sábado, 12 octubre, 2024
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Es el único pueblo que gobernó Pichetto, lo quebró Carlos Menem y ahora espera renacer al sacarle una megainversión de YPF a Kicillof

La comidilla es inevitable en los buffets como cada domingo en las canchas de los clubes más convocantes de Sierra Grande, en Río Negro. Tanto en El Deportivo como en Sacachispas, toda la ciudad habla de la llegada del oleoducto de YPF y de la posible inversión de la planta de Gas Natural Licuado (GNL) que proyecta la petrolera de mayoría estatal en sociedad con la malaya Petronas. Esa inversión se ubicaría en el barrio de Punta Colorada, en el extremo este, pero ilusiona a una comunidad entera que hace rato busca renacer.

En el pueblo que ahora cuenta con unos 12 mil habitantes están expectantes por el anuncio del GNL, una megainversión de 30 mil millones de dólares. Pero hay competencia. Se la disputan a Bahía Blanca, punto clave portuario de la provincia de Buenos Aires. En el centro de la polémica está el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que impulsó Milei y que aprobó el Congreso. Si bien Axel Kicillof ya dijo que no se adherirá, el gobierno bonaerense busca aprobar su propia ley para no perder el negocio ni, fundamentalmente, los puestos de trabajo que generaría.

Ese es el partido que siguen atentos los vecinos de Sierra Grande, la ciudad que aparece partida al medio por la Ruta Nacional 3, después de unos largos 120 kilómetros prácticamente rectos desde el balneario turístico Las Grutas. Un desierto apenas pintado por estepa patagónica con altas temperaturas en verano y muy bajas en invierno.

Sólo un puñado de 400 habitantes vivió la explosión demográfica, cuando a inicios de los ’70 se empezó a trabajar en la mina de hierro subterránea más grande de Latinoamérica, a través de la empresa estatal Hierro Patagónico Sociedad Anónima Minera (HIPASAM). El pueblo se hizo ciudad y llegó a tener más de 22 mil habitantes.

Una huelga de mineros de HIPASAM en Sierra Grande en 1975.Una huelga de mineros de HIPASAM en Sierra Grande en 1975.

«Antes era una comunidad agrícola ganadera y con el desarrollo de la minería se crea Sierra Grande como es hoy, con toda la infraestructura: escuelas, hospitales, barrios, además del complejo minero. Y en Punta Colorada, a 35 kilómetros sobre la costa, se construyó el puerto mineralero y la estructura para la exportación del hierro», remarca hoy Roxana Fernández, intendenta de Sierra Grande, dirigente del partido provincial Juntos Somos Río Negro (JSRN), el mismo del gobernador Alberto Weretilneck.

Uno de los vecinos que llegó en plena expansión fue Miguel Ángel Pichetto (73). El actual senador se crió en Banfield (Buenos Aires) y estudió Derecho en la Universidad de La Plata, pero se mudó a Sierra Grande a mediados de los ’70.

Con el regreso de la democracia fue concejal y en 1985 reemplazó al intendente durante dos años.»Cuando fui intendente era una ciudad importante, arriba de 15 mil habitantes con la minería a pleno, una población superior a Viedma y a Puerto Madryn (Chubut), hasta que comenzó el desarrollo de Aluar. Había una fuerte gravitación de la importancia de la minería por los servicios y las pymes que trabajaban con la empresa», recordó Pichetto ante la consulta de Clarín.

Miguel Ángel Pichetto, ex intendente de Sierra Grande, vota como candidato a vicepresidente de la Nación de Juntos por el Cambio en la Escuela Primaria N° 60. Foto: TélamMiguel Ángel Pichetto, ex intendente de Sierra Grande, vota como candidato a vicepresidente de la Nación de Juntos por el Cambio en la Escuela Primaria N° 60. Foto: Télam

Pichetto vivió 15 años en la ciudad. Allí nacieron sus hijos. «Inicié el loteo de Playas Doradas, que hoy es una villa muy linda a la que llegan pobladores de todo el sur del país. No había radio en Sierra Grande, y como intendente compré las antenas parabólicas para el pueblo», rememora el exsenador nacional, que también enumera los asfaltos para unir los tres barrios y la extensión de la red de gas natural como parte de su gestión.

Con el domicilio en Río Negro, fue legislador provincial, diputado y senador nacional; y en 2019, como candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, votó en la primaria N°60, a cuatro cuadras de la Ruta Nacional 3. Ahora es diputado por la provincia de Buenos Aires, pero en Sierra Grande aún es muy respetado.

Más allá del intendente que llegó al Senado, la bonanza de Sierra Grande duró unos 20 años. Barrios para los obreros, muy buenos sueldos y hasta dos vuelos semanales de Líneas Aéreas del Estado (LADE) con un Fokker-27 que llegaba a Aeroparque en la Ciudad de Buenos Aires eran parte del atractivo que movilizó a miles de personas a trabajar cerca de la costa patagónica. De hecho, a pocos kilómetros empezó el desarrollo turístico Playas Doradas, hoy una opción veraniega que también sigue de cerca las posibles novedades.

Pero en 1991 Carlos Menem decidió cerrar la empresa HIPASAM. La ciudad casi se vació y quedó al borde de la quiebra.

Mientras las familias cortaban la Ruta 3 en Sierra Grande, los mineros reclamaban en Buenos Aires por el cierre de la HIPASAM. Foto: GentilezaMientras las familias cortaban la Ruta 3 en Sierra Grande, los mineros reclamaban en Buenos Aires por el cierre de la HIPASAM. Foto: Gentileza

«Se destruyó el tejido social, económico, fue un éxodo. La gente que trabajaba en la mina se tuvo que ir, se quedó de la noche a la mañana sin trabajo y sin vivienda, porque las viviendas eran de la empresa. La población quedó reducida a menos de 4000 habitantes«, comenta Fernández a Clarín.

Además, aporta un recuerdo personal de aquellos tiempos. «En 1992, yo trabajaba en una escuela secundaria. Tenía 20 alumnos en el aula y finalicé ese año con ocho. Fue una crisis muy grande», evalúa la intendenta, que también conoce historias de migrantes: ella misma se crió en la ciudad porque su padre fue a trabajar a la mina.

Las dos desilusiones: por qué Sierra Grande no se quiere dejar engañar

Hoy la población triplica la de los magros tiempos de los ’90, pero está lejos de los 20 mil habitantes de los años dorados. Todos ellos están muy expectantes por la posibilidad de la inversión de la planta de GNL, pero tratan de ser cautos porque en las últimas décadas padecieron dos desilusiones.

La mina de hierro de Sierra Grande en menos de la empresa china MCC. Foto: Fabián GastiarenaLa mina de hierro de Sierra Grande en menos de la empresa china MCC. Foto: Fabián Gastiarena

La mina pasó a manos de la provincia bajo el nombre de Hierro Patagónico Rionegrino Sociedad Anónima (HIPARSA). Recién en noviembre de 2006, la firma china Grade Trading Argentina, asociada con China Metallurgical Group Corporation (MCC), creó MCC Minera Sierra Grande.

«Nuestro objetivo es acrecentar la producción hasta llegar a los 120.000 a 180.000 toneladas de mineral de hierro. Por ende, más puestos de trabajo. Eso le da esperanza al pueblo, y es lógico que la haya; ellos saben que las cosas de ahora en más van a cambiar para mucho mejor. Nosotros hemos notado ese cambio en el pueblo, la gente está contenta, y es lógico que lo esté», afirmó Jaime Brown, presidente de la mina en esos tiempos, en una entrevista con Ámbito Financiero. Pero la iniciativa quedó trunca.

«Ahora hace más de cinco años que se paró. Más allá de que siguen haciendo el mantenimiento con unos 40 empleados y está presente la gente de MCC, no está en producción. Quizás en algunos alentó la idea de que iba a volver a ser el Sierra Grande que era con HIPASAM, con pleno empleo, sueldos muy altos, un standard de vida importante, pero nada de eso fue. No llegó ni a la mitad de los 1200 empleados de HIPASAM», teoriza la jefa comunal.

La mina de hierro subterráneo más grande de Sudámerica. Foto: Prensa Sierra Grande.La mina de hierro subterráneo más grande de Sudámerica. Foto: Prensa Sierra Grande.

Una segunda decepción ocurrió más cerca en el tiempo. En 2021, la empresa australiana Fortescue anunció la megainversión de US$ 8.400 millones para Hidrógeno verde, que venía de la mano del ex Puma Agustín Pichot.

Pero todo se terminó por frenar en mayo del año pasado. Los australianos reclamaron al gobierno anterior acceso a un dólar competitivo, la eximición de impuestos para el desarrollo del parque eólico, estabilidad fiscal por 30 años, y aseguran que el expresidente Alberto Fernández les dio el sí y no cumplió.

«Lo del hidrógeno verde fue una ilusión real, pero también es cierto que fuimos manejándolo con prudencia. Siempre informamos que nosotros, desde la provincia, porque en ese caso no era intendenta ya que asumí hace siete meses, lo que hacíamos era generar las condiciones ante una inversión extranjera, la tierra, la zona franca, el encuadre que se necesita», explica Fernández, con didáctica.

Por estas horas, usa el mismo tono calmo en las ajetreadas reuniones con distintos sectores productivos desde que se confirmó la inversión de YPF por un oleoducto desde Vaca Muerta para exportar crudo, además de la posible llegada de la planta de GNL. El oleoducto terminará en Punta Colorada, el barrio a 35 kilómetros de Sierra Grande que también quiere competir con Bahía Blanca por el gas.

Para no caer en una nueva desilusión, para el oleoducto ya trabajan coordinadamente con YPF.

«Hemos aprendido, entiendo que también toda esa experiencia hace que vayamos avanzando en eso. La gente de Sierra Grande está interesada en prepararse y se va a requerir mano de obra calificada después de todos estos años de falta de trabajo, hablamos de generaciones», asegura la intendenta.

Sierra Grande, en Río Negro, la ciudad que le disputa a Bahía Blanca la instalación de una planta de Gas natural Licuado de YPF.Sierra Grande, en Río Negro, la ciudad que le disputa a Bahía Blanca la instalación de una planta de Gas natural Licuado de YPF.

«Entonces avanzamos en calificar mano de obra con capacitaciones y certificaciones de oficios, que es lo que articulamos con YPF», detalla y remarca que los acuerdos también fueron con la Fundación UOCRA como parte de las capacitaciones.

La «guerra» con Bahía Blanca y el gobierno de Axel Kicillof

Tras la aprobación del RIGI en el Congreso, Río Negro fue la primera provincia en mandar una adhesión a la Legislatura. Weretilneck se movió rápido y esta semana se mostró con el CEO de YPF, Horacio Marín.

Pero la petrolera también se reunió con el intendente de Bahía Blanca, el peronista Federico Susbielles. Además, Axel Kicillof -contrario al régimen que impulsó Milei y aprobó el Congreso- respondió a las consultas de la empresa y anunció su propio RIGI para no perder la inversión millonaria.

«Ambos gobernadores respondieron las respectivas cartas, ahora resta que los equipos de YPF y Petronas analicen los aspectos técnicos y económicos del proyecto para tomar una definición en las próximas semanas», dijeron a Clarín en la petrolera argentina.

Sierra Grande, la ciudad de Río Negro que le disputa a Bahía Blanca, en Buenos Aires, la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL).Sierra Grande, la ciudad de Río Negro que le disputa a Bahía Blanca, en Buenos Aires, la instalación de una planta de Gas Natural Licuado (GNL).

«Estamos expectantes, ansiosos de ver qué se decide sabiendo que disputamos nada más y nada menos que con la provincia de Buenos Aires, que para nosotros, los patagónicos, representa mucho en términos de cantidad de población, de historia», dice la jefa comunal a Clarín.

«Estamos en una disputa que nos enorgullece en el sentido de ver cómo Río Negro tiene las posibilidades, no es caprichoso, tiene las condiciones naturales, la profundidad de las aguas que se necesita, las promociones fiscales. Ha sido todo estudiado, por eso estamos a la espera», se esperanza Roxana Fernández.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck junto a la intendenta de Sierra Grande, Roxana Fernández.El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck junto a la intendenta de Sierra Grande, Roxana Fernández.

Entre cierres, desilusiones y nuevas promesas, Sierra Grande construyó un nuevo perfil. Eligió el turismo, con Playas Doradas como epicentro, para poder desarrollarse.

«Hoy estamos en el mapa turístico, por supuesto de nuestra provincia pero también del país. Nos visitan de todas las provincias de la Argentina, cada vez con mayor frecuencia, mayor cantidad. Y tenemos una temporada de verano muy pero muy interesante que genera ingresos en materia económica», concluye la intendenta.

A fin de agosto se sabrá dónde se llevará adelante el proyecto, de un costo de unos US$ 30.000 millones. Ella, como el resto de los 12 mil habitantes, esperan la definición de su nueva esperanza. También Pichetto, que asegura que la región tiene un gran potencial: «Esas inversiones son de las más importantes del país, van a producir un impacto de crecimiento y desarrollo económico».

Playas Doradas, las finas arenas rionegrinas. Foto Gobierno Río NegroPlayas Doradas, las finas arenas rionegrinas. Foto Gobierno Río Negro

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