Inactivo desde que en septiembre pasado fue despedido de Flamengo, Jorge Sampaoli concedió en los últimos meses una serie de entrevistas que normalmente evita cuando está al frente de un plantel. La más reciente fue con el medio francés So Foot, especializado en fútbol. La charla se orientó hacia el fútbol francés, al que el entrenador conoce por haber dirigido durante casi un año y medio a Olympique, de Marsella. Y la reciente Eurocopa, con Francia eliminada en las semifinales por España, ofreció otro foco de análisis.
Uno de los comentarios de Sampaoli tuvo una repercusión global por la lamentable analogía que eligió para calificar el estilo de juego individualista del extremo Ousmane Dembélé. “Cuando desborda, el resto de sus compañeros se queda como espectadores viendo cómo terminará la jugada. Saben que juega como un autista. Empieza y termina la acción solo. No tiene capacidad para hacer brillar a un compañero. Sólo sabe brillar por él mismo. Mbappé es un poco igual”, expresó el exconductor del seleccionado argentino.
La Organización Mundial de la Salud define los trastornos de espectro autista (TEA) como un “grupo de afecciones diversas, que se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Otras características que presentan son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones”.
La declaración de Sampaoli llega en una semana en la que recrudeció la tensión entre la Argentina y Francia, yendo de lo futbolístico a las relaciones bilaterales entre los dos países. Los enconos que quedaron tras la final del Mundial de Qatar tuvieron una escalada a partir de que Enzo Fernández, durante una transmisión en vivo en redes sociales, viralizó un cántico discriminatorio y homófobo de varios jugadores del seleccionado hacia sus colegas franceses. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) pidió la intervención de la FIFA, mientras Enzo Fernández no tardó en disculparse ante la reacción de tres compañeros franceses de raza negra en Chelsea que dejaron de seguirlo en Instagram. El club londinense inició un sumario interno que puede derivar en una sanción económica o una suspensión temporaria al volante argentino.
El encadenamiento de estos sucesos, que se prolongó en las palabras de Sampaoli, llevó la revista Onze, dedicada al fútbol, a plantear lo siguiente: “Claramente, los argentinos tienen un pequeño problema con la discriminación, especialmente cuando se trata de jugadores franceses. Desde principios de semana se desató un gran escándalo cuando Enzo Fernández profirió cánticos racistas contra los jugadores de la selección francesa durante una retransmisión en directo en las redes sociales tras la victoria de Argentina en la Copa América. Lo suficiente como para provocar numerosas reacciones de los ‘bleus’, así como de la FFF, que presentó una denuncia y remitió el asunto a la FIFA, mientras que Chelsea abrió un procedimiento disciplinario. Y si bien este asunto aún está lejos de resolverse, le toca a otro argentino [por Sampaoli] hacer comentarios más que limitados”.
En otro tramo de la entrevista, Sampaoli dijo que no se siente identificado con la forma de jugar del equipo de Didier Deschamps: “Francia tiene una selección extraordinaria, pero necesita correr mucho y cuando los espacios se reducen no encuentra canales de ataque, a pesar de sus enormes capacidades individuales. A falta de pasadores y de juego combinado, el equipo depende enteramente de su solidez y de una buena jornada de sus jugadores ofensivos. No es mi idea del fútbol”.
El seleccionado argentino al que dirigió Sampaoli en el Mundial Rusia 2018 fue eliminado por Francia en los octavos de final, con dos goles de Mbappé y con Dembélé entre los suplentes. Siempre en la frontera de los excesos en la cancha y ante los micrófonos, Sampaoli se dejó arrastrar por su verborragia para cruzar los límites.
LA NACION