Este domingo por la mañana, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió a la visita del pasado miércoles de seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) – Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo- al penal Federal de Ezeiza, donde mantuvieron un encuentro con Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Raúl Guglielminetti, represores detenidos por delitos de lesa humanidad cometidos durant la última dictadura.
En declaraciones a Radio Mitre, la excandidata a presidenta de Juntos por el Cambio apuntó contra el camarista Alejandro Slokar, quien exhortó Daniel Obligado -es el juez de ejecución de las dos condenas a perpetua contra Astiz- a averiguar cómo se organizó la reunión y a tomar las medidas que fueran necesarias. “Los diputados piden entrar a las cárceles todo el tiempo. Cuando pedían ir a ver a Lázaro Báez o a [Julio] De Vivo, ¿no preguntaban por qué? Estaban condenados por corrupción. ¿Por qué un juez me pregunta por qué entraron a la cárcel? Entraron como cualquier persona”, sostuvo y justificó la visita de los legisladores de LLA.
“Yo estoy a cargo del sistema. No quiero evaluar a qué preso podes ir a ver y a qué preso no podés ir a ver. A mi me parece que lo que estamos viendo en la Argentina es una construcción de libertad. Si hay alguien que considera que tiene que ir a ver a un detenido porque ese detenido formó parte de lo que ellos consideran un momento trágico de la Argentina, bueno, lo puede ir a ver”, sumó la titular de la cartera de Seguridad a continuación.
Y completó: “Para mí, todos los detenidos pueden recibir cualquier visita dentro del marco de la ley. Pero me sorprende que un juez pregunte por eso y cuando entran organismos de derechos sociales a ver asesinos seriales. Vamos con la misma vara para todos. Estas son decisiones personales. No son decisiones orgánicas, de un bloque. Cada uno se tiene que hacer cargo de lo que hace. Lo único con lo que estoy de acuerdo es con visitas al régimen de máxima seguridad”.
Asimismo, en medio de la fuerte interna que atraviesa el Pro, Bullrich habló también de la postura de los dirigentes del partido con relación a la gestión mileísta y consideró que la discusión está “mal planteada”: “Ser parte del Gobierno no significa tener o no funcionarios, sino compartir las líneas estratégicas que llevan adelante. En la Argentina el debate no es Pro o radicalismo, es si vas a apoyar al Gobierno porque crees que están llevando a cabo las reformas que se necesitan”.
Durante al entrevista, Bullrich aseguró que es momento de “tirar el carro, apoyar y comprometerse”, y que cientos de funcionarios afiliados al Pro “están tirando de ese carro”. “Es algo esencial, de dónde estás parado. Estamos parados del lado del Gobierno; hay gente del Pro y radicales que quieren que salga adelante”, marcó y sumó: “Estamos del lado del oficialismo; ser oposición es estar del lado del kirchnerismo, de los que generan incomodidades, traban leyes y no permiten avanzar. Nosotros vamos a avanzar igual con las herramientas que tenemos”.
De esta forma resaltó que el mapa político del país está dividido entre “los que apoyan al cambio y los que están reticentes porque defienden sus intereses personales”. “Esa es la división, o estás con el Gobierno apoyando al cambio o les negás el apoyo”, determinó.
Y subrayó: “En este momento, la línea divisoria es sos oposición o sos oficialismo. Oficialismo es apoyar los cambios que se llevan adelante y, en el marco de esta realidad, hay cientos de funcionarios afiliados al Pro que están en La Libertad Avanza (LLA). No hay tantos funcionarios de la gestión anterior, a mí me parece que una cosa es el funcionario de línea que viene de carrera y otra el que toma decisiones. Los funcionarios que son convocados son aquellos que se cree que tienen condiciones para el lugar en donde tienen que estar. Yo tengo contados 200 funcionarios de Pro en el Gobierno”.
Sobre el rol de Pro en en la gestión de Javier Milei, aseguró que ve a muchos funcionarios “involucrados” y destacó la aprobación de normativas como la Ley Bases y el paquete fiscal. “La discusión reglamentaria sobre si vas a perder o no identidad no es trascendente. La identidad es la lucha por las ideas; y las ideas que hoy abraza el pueblo argentino y los votantes de Pro son las que se están llevando adelante, y eso uno lo puede ver todos los días”, apuntó y alertó: “No hay uno de nuestros votantes que quiera volver a [Sergio] Massa, le tienen pánico a eso. Con esfuerzo, todos están apoyando. Eso es lo interesante y lo importante. Hay miles de decisiones que cortan con un pasado que nos llevó al desastre”.
Al mismo tiempo, destacó un “cambio paradigmático y profundo” y lo alineó con la asunción de Milei al Ejecutivo. También se refirió a la situación que dejó la gestión del expresidente Alberto Fernández. “La Argentina venía en cuesta abajo terrible, en una situación de angustia colectiva que se sentía en todos lados y en donde la gente no tenía esperanzas de salir adelante. En ese marco, logramos revertir esa angustia social profunda por esperanza. La palabra más importante para entender a la Argentina ahora es esperanza, es muy importante para todos y es un verdadero momento de celebración”, remarcó.
Los dichos de la funcionaria se dan pocos días después de que el presidente de la Asamblea del Pro, Martín Yeza, cuestionara la actitud rupturista de Bullrich y la definiera como una persona “ingrata y desagradecida” con el espacio político que en las últimas elecciones la llevó como candidata a la presidencia. “Para una organización que le dio tanto como es el Pro, que la puso en un lugar donde ella antes no había estado. Fue nuestra presidenta, fue nuestra candidata a presidenta, llevamos su boleta, entonces ahí es donde pienso que hay algo no solo de desagradecimiento, hay algo como de ingratitud que no me gusta”, afirmó durante su participación en +Entrevistas, el programa que conduce Luis Novaresio por LN+.
En ese sentido, consideró que la funcionaria de Javier Milei fue ingrata “con mucha gente”. “Creo que eso no se hace”, agregó y contó que si la tuviera enfrente le diría “Pato, dejate de joder”. “Hagamos las cosas normales, no hace falta hacer eso. Sos una buena ministra de Seguridad, no hace falta tratar de romper un lugar que te dio tanto y que además es necesario para que al Gobierno le vaya bien”, evaluó.
LA NACION