El sonido de la lluvia era cada vez más fuerte. Era de noche y Tania no podía ver lo que estaba pasando afuera de su departamento. Pero oía cómo el agua arrastraba piedras y rocas.
De repente, sonó el teléfono de su casa. Era el conserje para advertirle que tenía que mover su auto lo antes posible pues el sótano del edificio se estaba inundando. “Cuando llegué, ya había cuatro autos bajo tierra. Era una imagen horrorosa”, recuerda en conversación con BBC Mundo.
El edificio es parte de un complejo habitacional construido sobre un campo de dunas con vistas al mar, donde algunos exclusivos departamentos pueden llegar a costar hasta US$1,4 millones.
El inmueble donde Tania residía se vio afectado por toneladas de tierra que se desprendieron de un enorme socavón de 30 metros de profundidad que se formó tras las intensas lluvias registradas en el sector durante la madrugada del pasado domingo 9 de junio.
El socavón ocurrió específicamente debajo de la pileta de otro edificio, denominado Euromarina II, ubicado unos metros más arriba del Eurovista.
Ante la emergencia, esa noche las autoridades tuvieron que evacuar a los residentes de los 87 departamentos del Euromarina II. Tania también evacuó e intentó ayudar a sus vecinos.
Poco más de una semana después del episodio, las autoridades de la municipalidad de Viña del Mar declararon inhabitable el Euromarina II por “riesgo de colapso y derrumbe”.
De acuerdo con un informe del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) de la Región de Valparaíso, el socavón podría afectar la estabilidad estructural del inmueble a pesar de los esfuerzos que hubo para intentar frenar el desprendimiento de material.
La información del Serviu puntualiza, además, que la terraza presentó “descensos menores”.
Esta no es la primera vez que se forma un socavón en la zona producto de las lluvias intensas. El año pasado (2023), hubo dos sucesos similares.
El primero, ocurrido en agosto, afectó a un edificio denominado Kandinsky, el cual se ubica en el norte del campo dunar (a poco más de 1 kilómetro de distancia de Euromarina II), y fue declarado inhabitable “en forma total” por las autoridades locales. El socavón se formó a pocos metros de la piscina del inmueble, destruyendo las calles contiguas.
El segundo, ocurrido un mes después, en septiembre, afectó a otro edificio, denominado Miramar, localizado a pocos metros del Kandisnky. También fue clausurado por precaución.
Días después, las autoridades tuvieron que ampliar el perímetro de seguridad, evacuando a los residentes de otros tres edificios.
Según los expertos, hay varios factores que explican la cada vez más común formación de socavones en esta área. Uno de ellos es el colapso por falta de mantenimiento de los colectores de agua, encargados de drenar el agua de las edificaciones.
Pero también tienen algo que ver la decisión de construir complejos habitacionales sobre dunas (algo que no tiene restricciones por ley en Chile) y el cambio climático.
Cabe recordar que el desarrollo inmobiliario en el área de Viña del Mar y Concón comenzó en los años 80. Algunos de los edificios afectados fueron construidos en los últimos 20 años.
Carolina Martínez, académica de Geografía de la Universidad Católica de Chile y directora del Observatorio de la Costa, lideró una investigación que examinó las causas de los socavones ocurridos en 2023.
En conversación con BBC Mundo explica que “en Chile tenemos una norma que permite el levantamientos de proyectos inmobiliarios en ecosistemas que deberían estar protegidos, como estas dunas”.
“El plan regulador de la zona, que es muy antiguo, permitió que se construyeran todos estos edificios en forma de terrazas, y se consideró a la duna como un cerro estático de rocas. Pero esto es arena. Aunque compactada, sigue siendo arena y es altamente sensible al drenaje”, agrega.
La geógrafa afirma que en el pasado hubo estudios que advertían sobre la alta fragilidad de las dunas al ser sometidas a cargas, como las de edificios de 20 pisos.
“Pero no fueron tomados en cuenta”, indica. Para Martínez, Chile necesita urgentemente una Ley de Costas -que actualmente está en tramitación en el Congreso- que regule la ocupación de sus costas y proteja los ecosistemas de alto valor.
Pero ¿por qué los socavones se están formado ahora y no antes? Según Carolina Martínez, “en los últimos 10 años la costa chilena vivió una transformación muy profunda producto de eventos extremos asociados al cambio climático”.
“Venimos de una sequía intensa pero en los últimos dos años hubo lluvias muy fuertes, mucho más de lo que veíamos antes”, dice.
Hermann Maríquez, geógrafo y académico de la Universidad Católica de Valparaíso, coincide. “Las obras de evacuación de aguas de lluvia no fueron construidas pensando que íbamos a tener lluvias tan torrenciales como estas”, le dice a BBC Mundo.
“Hoy el cambio climático se está expresando: el período seco se está haciendo más largo y más intenso, y los inviernos están siendo intensamente lluviosos. Entonces las obras no dieron abasto”, agrega.
Acusaciones de lado y lado
Los vecinos de los edificios afectados reclamado ante las autoridades locales y gubernamentales pero también ante las constructoras a cargo de levantar los inmuebles.
En diciembre de 2023, 16 propietarios del Kandinsky presentaron una demanda en contra de la constructora Besalco buscando obtener una compensación económica. La acción judicial continúa en tramitación.
Al mismo tiempo, Jessica López, ministra de Obras Públicas del gobierno de Gabriel Boric, pidió a la industria de la construcción que asuma sus “responsabilidades”.
“Me niego a decir que solamente los responsables son las partes del Estado que dan su autorización (para construir) como si el sector privado no tuviera ninguna responsabilidad”, dijo recientemente en Radio Universo.
El gremio de la construcción, sin embargo, se defendió señalando que las acusaciones en su contra no tienen fundamento técnico pues estos proyectos inmobiliarios fueron levantados “bajo la actual normativa habitacional y respetando todos los requerimientos de la legislación y de la construcción en este tipo de superficies”.
Por su parte, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti -quien pertenece al partido oficialista Revolución Democrática (RD)-, señaló a las autoridades que la antecedieron.
“No hubo preocupación por falta de visión, propósito y responsabilidad de autoridades que estuvieron cerca de 20 años”, dijo Ripamonti a Chilevisión el 16 de junio.
Agregó que “a propósito de nuestra investigación y reconstitución de antecedentes, existiría algún tipo de error, negligencias o actos dolosos e injustificados sobre la construcción de estos edificios”.
La alcaldesa, además, afirmó que “no se va a construir ningún edificio más” en esta zona.
Pero ¿qué sucederá con los más de 30 edificios que ya están construidos en el campo dunar? Es una pregunta que preocupa a las autoridades y a los expertos.
El temor principal es que se sigan formando cada vez más socavones. Y es que, según explican los expertos consultados por BBC Mundo, debido al cambio climático, las lluvias posiblemente no bajarán de intensidad sino todo lo contrario.
“El riesgo de colapso existe y es por eso que se decretó la evacuación de algunos edificios”, dice Hermann Manríquez. “Es una situación peligrosa que hay que monitorear de cerca. El edificio Euromarina II quedó sin sustento y el peso y la presión pueden hacerlo colapsar”, agrega.
Los residentes del complejo habitacional, en tanto, miran con consternación lo que está sucediendo. Tania Eterovic decidió ponerle fin a su contrato de alquiler. A fines sacó todas sus cosas del departamento en Eurovista.
“No quiero volver a evacuar ni quedar aislada…”, dice.
BBC Mundo