El 2 de octubre de 2024, un eclipse solar anular tendrá lugar cuando la Luna pase entre la Tierra y el Sol. Este fenómeno será visible en partes de América del Sur, el Océano Pacífico y algunas regiones de Estados Unidos, donde se observará de forma parcial.
Para quienes estarán dentro de la trayectoria de la anularidad del Sol, el fenómeno será más impactante porque podrán ver el anillo de luz que rodea a la Luna. Los espectadores que se encuentren fuera de esa trayectoria, podrán ver un eclipse parcial, allí el Sol parecerá tener una forma de medialuna.
De acuerdo con la NASA, el eclipse solar del 2 de octubre, será visible en su totalidad en una franja conocida como la trayectoria de la anularidad, que cruzará principalmente el Océano Pacífico y partes del sur de Chile y Argentina. En estas zonas, los observadores podrán disfrutar de la vista completa del anillo de fuego en el cielo.
En cuanto a Estados Unidos, aunque no se podrá observar el anillo de fuego, en varias regiones se podrá disfrutar de un eclipse parcial. Esto significa que los espectadores en esas áreas verán cómo la Luna cubre solo una parte del Sol, lo que dejará visible un segmento que se asemejará a una medialuna.
Regiones de Estados Unidos donde será visible el eclipse parcial
El eclipse parcial podrá ser visto en diferentes zonas y territorios de Estados Unidos, justo sobre el Océano Pacífico, específicamente en Hawái, el Atolón Palmyra y la Isla Baker.
Este espectáculo comenzará alrededor de las 6:10 (hora estándar del Este) y finalizará cerca de las 7:57.
Además de Estados Unidos, varias regiones del mundo tendrán la oportunidad de observar el eclipse en sus diferentes fases:
¿Qué es un eclipse solar anular?
Un eclipse solar anular ocurre cuando la Luna se encuentra en su punto más lejano de la Tierra en su órbita. En este caso, el satélite natural se alinea perfectamente con el Sol y la Tierra, y no cubre por completo la superficie solar, lo que da lugar a la formación de un anillo brillante alrededor de la silueta lunar. A diferencia de los eclipses totales, en los que la estrella de fuego queda completamente oculta, los anulares permiten que parte de la luz solar siga visible, lo que crea el efecto del “anillo de fuego”.
Es importante recordar que, a diferencia de los eclipses totales donde el Sol queda completamente cubierto, tanto los anulares como los parciales requieren que los observadores utilicen lentes de protección ocular en todo momento. Según la NASA, nunca se debe mirar directamente al Sol sin la protección adecuada, ya que la radiación solar puede causar daños irreversibles en los ojos.
Para observar el eclipse de manera segura, se recomienda el uso de gafas especiales para eclipses que cumplan con la normativa ISO 12312-2, diseñadas específicamente para este propósito. Los lentes de sol comunes no ofrecen la protección necesaria, sin importar cuán oscuros sean. Además, no se debe observarlo a través de dispositivos ópticos, como cámaras o binoculares, sin un filtro adecuado, ya que los rayos solares pueden concentrarse y causar lesiones graves a la vista.
LA NACION