Los centavos de Lincoln, introducidos por primera vez en 1909, son de las monedas más emblemáticas de Estados Unidos. Aunque muchas de estas circulan a diario, algunas ediciones específicas se han convertido en tesoros para los coleccionistas. En particular, los de 1943 acuñados en bronce destacan por su rareza y su valor elevado en el mercado.
Producidos durante la Segunda Guerra Mundial, estos pequeños fragmentos de metal pueden valer hasta US$840 mil, convirtiéndose en el objeto codiciado de cualquier coleccionista. La numismática estadounidense dejó un legado importante con sus monedas y el centavo de Lincoln es uno de los ejemplares más representativos y cotizados.
De acuerdo con el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés), en 1943, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, el cobre era un recurso esencial para la industria militar. Para conservar este metal, el Departamento del Tesoro de EE.UU. ordenó que los ejemplares de ese año fueran acuñados en acero recubierto de zinc, una decisión que generó los denominados “centavos de acero”. Sin embargo, algunos errores de fabricación dieron lugar a aquellos producidos en bronce, lo que los convirtió en piezas extremadamente raras y codiciadas.
Entre las variantes de 1943, destacan tres:
El centavo de bronce de Denver es particularmente único, ya que solo se conoce un ejemplar, lo que lo convierte en una pieza legendaria entre los coleccionistas.
¿Cómo identificar una moneda valiosa de 1943?
Para determinar si se tiene un centavo de 1943 que pueda valer miles o incluso cientos de miles de dólares, es importante observar las siguientes características:
En subastas recientes organizadas por Heritage Auctions, los centavos de 1943 en bronce alcanzaron precios elevados:
La importancia de la certificación de monedas
Si una persona cree que tiene un centavo de 1943 en bronce, es esencial que lo autentique a través de un servicio de certificación reconocido, como PCGS o NGC. Estas organizaciones no solo garantizan la veracidad de la pieza, sino que también evalúan su estado de conservación, un factor clave para determinar su valor en el mercado.
El centavo de bronce de 1943 no solo es un objeto de interés numismático, sino también una pieza de la historia. Su rareza, contexto histórico y el misterio que lo rodea lo convierten en una de las monedas más buscadas del mundo.