Se conocieron estudios a un espécimen de 38.000 años encontrado en el hielo siberiano
Por primera vez en la historia de la paleontología se ha estudiado la apariencia de un mamífero extinto que no tiene análogos en la fauna moderna.
Las mejores cápsulas del tiempo que conoce la ciencia biológica es el permafrots que congeló animales milenarios y los mantiene en estado de conservación como es el caso de un cachorro de tigre dientes de sable que vivió hace 38.000 años, encontrado en 2020 en Siberia. Esta semana se dio a conocer parte de la información extraída de esta pieza asombrosamente preservada que parece una alfombra de piel de tigre. El espécimen mantiene su pelaje, garras y órganos internos intactos, permitiendo un estudio exhaustivo de su biología y entorno.
El entusiasmo del equipo de investigadores de la Academia Rusa de Ciencias, el Instituto Paleontológico Borissiak y el Instituto de Ecología Vegetal y Animal es notable. “Por primera vez en la historia de la paleontología se ha estudiado la apariencia de un mamífero extinto que no tiene análogos en la fauna moderna”, dicen en el artículo recién lanzado en Scientific Reports.
Se espera que en un futuro estos tejidos sirvan para que la “biología de la resurrección” pueda revivir especies extintas, a partir del ADN.
El tigresito mantiene su pelambre marrón oscura casi perfecta, carne momificada, la cara, extremidades y el torso, informaron los científicos. El pelaje marrón oscuro del cachorro era corto pero muy grueso y medía entre 20 y 30 milímetros de largo. Su pelaje es sorprendentemente suave, dijo el autor principal del estudio, Alexey V. Lopatin, miembro de la Academia Rusa de Ciencias en Moscú y director del Instituto Paleontológico Borissiak de la academia.
“Es una sensación fantástica ver con tus propios ojos la apariencia de un animal extinto hace mucho tiempo”, dijo Lopatin a la prensa. Estos carnívoros son parientes lejanos de los grandes felinos modernos con caninos largos y afilados que medían 20 cm.
Un hallazgo como este de un «gato» momificado es extremadamente raro: antes de este descubrimiento solo se conocían dos momias de gatos, ambas cachorros del león cavernario Panthera spelaea de la cuenca del río Uyandina, en Yakutia. “Ahora hemos añadido el cachorro de Homotherium a esta lista”, dijo Lopatin. La extracción de ADN permitirá comprender mejor a esta especie, al igual que un examen más detallado del esqueleto, los músculos y el pelo. Ya el hecho de encontrar huesos tan antiguos es una rareza, pero mucho más un tejido blando de los que se puede extraer muchísima información.
El cachorro fue preservado en el permafrost cerca del río Badyarikha en el noreste de Yakutia mientras buscaban colmillos de mamut. La datación por radiocarbono reveló que el cachorro tenía al menos 35.000 años.
Los autores del estudio escribieron que la conservación de las extremidades anteriores del cachorro fue extraordinaria. Sus patas delanteras incluso conservaron las garras y las almohadillas ovaladas y carnosas en la parte inferior de la pata, a las que los admiradores de los gatos modernos llaman “frijoles”. Además extrajeron huesos articulados de la pelvis y las extremidades traseras del cachorro encerrados en hielo. El cachorro representa una parte del árbol genealógico de los gatos y se remonta casi al origen de esa familia animal.