El Día de la Soberanía Nacional que fue instituido en recordación a la titánica lucha de patriotas que el 20 de noviembre de 1845 enfrentaron, en un recodo del Río Paraná, a una poderosa escuadra de navíos británicos y franceses, fue evocado de manera solemne, en Cañadón Seco durante el acto que presidiera el jefe de la comuna, Jorge Soloaga.
El mismo tuvo lugar en la Plaza de los Héroes y Heroínas de Malvinas y no solo comprendió una revisión histórica de aquel acontecimiento, sino que también trasuntó por una actualización de la crítica realidad que hoy afronta la Argentina en la que, como ocurrió en el combate de la Vuelta de Obligado, quedó implícito la necesidad de enfrentar un nuevo saqueo del patrimonio nacional motorizado por las políticas entreguistas del gobierno de Javier Milei.
En la plaza de referencia se erige el busto del brigadier Juan Manuel de Rosas, quien nombró al general Lucio Mansilla para liderar a las tropas que intentaron detener el avance del centenar de buques de guerra y de carga del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Francia, cuyo objetivo era imponer por la fuerza la libre navegación por el estuario del río de la Plata y de todos ríos interiores para sus intereses comerciales.
CONTRA LOS NEGOCIOS ESPÙREOS
En ese marco, el presidente de la comisión de fomento formuló un encendido discurso en el que dejó explícito que “sin soberanía nacional hay paraíso de las minorías selectas entreguistas y concentradoras de la riqueza que condenan a las mayorías populares a vivir en la pobreza y en la injusticia”.
“Queda consecuentemente en claro que no vamos a tener soberanía nacional si no recuperamos nuestras riquezas” afirmó.
En esa misma línea, precisó que “no vamos a tener soberanía nacional si no recuperamos YPF como empresa para todos los argentinos” por lo cual es necesario “arrancárselas a esta cáfila de crápulas y cipayos que la quieren para sus propios negocios”.
Soloaga también ejemplificó que “no hay soberanía nacional si permitimos que entreguen bajo la figura de privatización, que es el acto de enajenación salvaje de nuestro patrimonio, la hidrovía del Paraná y el Banco Nación”, todo ello dentro del esquema que pergeña “un infame traidor que quiere destruir el estado que representa ni más ni menos que la mayor trinchera para defender a la Patria”.
Por ello citó que “a 179 años de aquella gloriosa gesta, vemos la imperiosa necesidad de continuar librando la batalla fundamental para nuestro pueblo: la pelea por recuperar y administrar nuestros recursos, nuestros ríos, nuestros puertos, nuestro mar, nuestro comercio, nuestra moneda, nuestra banca y nuestra industria nacional”.
Y cerró su discurso con una emblemática frase que pronunciara uno de los próceres de nuestra nacionalidad, el General Manuel Belgrano cuando muchos dudaban de continuar bajo el reinado de alguna potencia extranjera: “Ni amo viejo, ni amo nuevo. Ningún amo carjo!”.