El caso de Germán Kiczka, exdiputado provincial de Misiones, sigue generando conmoción tras su detención bajo serias acusaciones. Tanto él como su hermano, Sebastián Kiczka, enfrentan un proceso judicial por la posesión y distribución de material relacionado con abuso sexual infantil.
Luego de conocerse la orden de captura contra ambos, los hermanos intentaron evadir a las autoridades y se dieron a la fuga. Sin embargo, fueron localizados y arrestados en una región del norte argentino. En octubre, ambos fueron sometidos a evaluaciones psicológicas ordenadas por la Justicia, cuyos resultados salieron a la luz recientemente.
Germán Kiczka permanece en prisión preventiva mientras se investiga la gran cantidad de material encontrado en los dispositivos electrónicos incautados. A pesar de las pruebas en su contra, el exlegislador insiste en que todo se trata de una persecución política.
PERICIA PSICOLÓGICA
Los resultados de su evaluación psicológica arrojan características preocupantes: el informe describe “rasgos de personalidad psicopáticos y narcisistas”, lo que implica una falta significativa de empatía, combinada con tendencias manipuladoras y agresivas. Además, el análisis sugiere “una inclinación hacia la pedofilia”.
Por otro lado, el perfil psicológico de Sebastián Kiczka indica “una personalidad neurótica con tendencias depresivas, paranoides y esquizotípicas”. También se señaló la presencia de “indicadores de un trastorno de preferencias sexuales de tipo no exclusivo”, según los informes judiciales.
“LA MAGIA DEL TIO GERMAN”
Entre los elementos que más indignación causaron está el canal de YouTube que Germán Kiczka administraba, titulado “La Magia del tío Germán”. En este espacio publicaba contenido relacionado con magia infantil, lo que, según los investigadores, habría utilizado como método para atraer la atención de menores.
En el expediente judicial consta que este canal podría agravar su situación, ya que los videos muestran elementos destinados a captar la atención de niños. Uno de ellos incluye al exdiputado interactuando con un oso de peluche, lo que, según las autoridades, refuerza su estrategia de conductas infantilizadas para acercarse a los más pequeños.