El terrible hecho ocurrió en la provincia de Mendoza.
La provincia de Mendoza ha sido sacudida por un trágico suceso que ha suscitado extensos debates sobre el cuidado de personas con discapacidad y el límite de las responsabilidades familiares.
Vicente Eugenio Mazziotti, un hombre de 52 años con diagnóstico de autismo, sucumbió a las heridas causadas por disparos provenientes de un arma de fuego manipulada por quien fuese su única cuidadora: su madre, una octogenaria mendocina.
Los detalles de este trágico evento han resonado con fuerza en la comunidad local. Según los reportes iniciales, la madre de Mazziotti, a sus 82 años, asumió la responsabilidad de lo acontecido, revelando a los agentes policiales que respondieron a la emergencia su profunda frustración y sentimiento de incapacidad para seguir cuidando de su hijo. «No puedo seguir cuidándolo» fueron las contundentes palabras con las que justificó su accionar, que ahora le ha significado una acusación formal por intento de asesinato.
El fiscal del caso, Carlos Torresen, ha calificado el incidente bajo la figura de homicidio agravado por el vínculo, sumado a la atenuación de las circunstancias por lo extraordinario de la situación. La madre de la víctima permanece actualmente bajo arresto domiciliario, dado su avanzado estado de edad, que no le permite sobrellevar la prisión en un recinto penitenciario.
El caso de Mazziotti ha abierto una discusión necesaria sobre el soporte social y estatal que se les debería garantizar a las familias que cuidan a personas con discapacidades severas.
La señora, abrumada por la responsabilidad intrínseca de cuidar de su hijo adulto quien padece un Trastorno del Espectro Autista, actuó en un momento de desesperación, llevando a cabo un acto irreparable.