Tras el pedido de los gobernadores para que llame a una reunión urgente, el Gobierno ratificó su intención de que se apruebe el Presupuesto 2025 porque sería un “salto institucional” y dejó la puerta abierta a una convocatoria con “algunos” mandatarios para tratar de alcanzar un acuerdo y que garanticen los votos en el Congreso.
En medio de tensión con las provincias y las acusaciones que un sector de la oposición realizó contra la Casa Rosada , el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, salió al cruce y consideró que contar con una Ley de Presupuesto sería “un salto institucional”. “Lo que el Gobierno dice es que queremos Presupuesto siempre que se respete el déficit cero”, aclaró.
El funcionario que más vínculo tiene con las provincias dejó saber que el Gobierno no cerró la puerta a una negociación: “Veremos, sí, por ahí nos juntamos con algunos (gobernadores)”, respondió ante la consulta de la prensa acreditada en Casa Rosada.
Catalán no precisó ni el tiempo ni las formas de esa posible reunión, aunque en el Gobierno entienden que “podría haber novedades en las próximas horas” si se logra un avance en contactos informales. “No los vamos a citar si vemos que estamos muy lejos”, explican en Balcarce 50, donde ratifican la idea de que sólo se incluirá el Presupuesto 2025 en sesiones extraordinarias si hay señales concretas de la oposición.
El aviso de Francos y el pedido de las provincias
Este domingo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a quien responde Catalán, había advertido que “la negociación siempre está abierta, aunque hay temas que son muy difíciles de poder resolver”.
“Lo que no vamos a hacer es permitir modificaciones en impuestos que tengan un impacto negativo y se pierda el equilibrio fiscal, que para el Gobierno es innegociable”, agregó el ministro coordinador en LN+.
En el Gobierno señalan como “imposible“ de conceder el listado de reclamos de las provincias. En rigor, se trata de cinco puntos que consensuaron gobernadores de 18 provincias para acompañar el proyecto:
1) El saldo de las deudas por las cajas previsionales no transferidas.
2) La coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos.
3) La distribución equitativa y previsible del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
4) La reducción de la alícuota de la ex AFIP.
5) Una compensación por los ajustes pendientes que se originaron por el Consenso Fiscal 2017, luego dado de baja durante la gestión de Alberto Fernández.
En el Ejecutivo dicen estar dispuestos a dialogar para que Nación se comprometa con las provincias pero “siempre que sea por fuera del Presupuesto”. “Estamos inflexibles con la necesidad de asegurar el equilibrio fiscal, todo lo demás lo podemos hablar”, sostienen. Estiman que para cubrir esos planteos deberían disponer de unos 4 mil millones de dólares: “No está a nuestro alcance”.
Como contó Clarín, el Gobierno juega con la carta de que el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, transmitió tranquilidad respecto a que el programa económico no se verá afectado si no hay Presupuesto 2025 y que los mercados confían en el rumbo y el compromiso de la administración libertaria con el cumplimiento de las metas, a pesar de que la prórroga del actual (en rigor es de 2023) le permitirá manejar en forma discrecional unos 20 billones de pesos. “A Toto no le preocupa que no se apruebe. Prefiere que salga la ley como gesto de institucionalidad, pero no está preocupado”, remarcan en el Palacio de Hacienda.
En efecto, la discrecionalidad en el manejo de los fondos es un motivo más para que los gobernadores quieran asegurarse fondos y obras con la aprobación del Presupuesto. Algunos prefieren ceder en sus pretensiones y, según dicen en Casa Rosada, ya lo han transmitido.
En el Ejecutivo se sorprenden cuando escuchan la desconfianza de algunos gobernadores aliados: “A los que nos apoyan porque están convencidos les conviene que no salga el Presupuesto, porque en la discrecionalidad vamos a ser más generosos con los que acompañan. Salvo que no estén convencidos y tengan otros planes para el año electoral”, razona ante Clarín uno de los incondicionales de Milei.