Hay ruido en las Fuerzas Armadas por como aborda el gobierno los casos de corrupción. No se trata de una defensa corporativa a los militares involucrados en diferentes irregularidades sino de la doble vara con la que se abordó, por ejemplo, el caso Kueider.
La comparación inmediata es con el caso del despido del jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Fernando Luis Mengo, por el uso de aviones con fines personales pero también con episodios como el del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa), que en la gestión de Oscar Sagás quintuplicó su deuda, que hoy llega a los $120.000 millones y no se realizó ninguna investigación interna.
Una fuente militar afirmó a LPO que «cualquier militar procesado judicialmente es apartado y en el caso de IOSFA tuvo que renunciar. La bronca es que no te miden con la misma vara». Esta fuente recordó también del caso del General Roberto Bendini que tuvo que retirarse como jefe del Ejército luego de ser procesado por peculado y fue absuelto en 2013.
Sobre el caso Mengo, esta fuente sostiene que los motivos por el despido del jefe de la Fuerza Aérea fue por hechos que también cometió el actual jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Xavier Isaac. «El hacía lo mismo y todos los anteriores como también los gobernadores que usan para viajar», afirma.
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Además de la doble vara, lo que más molesta a los militares es «la sobreactuación de funcionarios de este gobierno para hacer campaña electoral». Esa crítica es un dardo dirigido especialmente al Luis Petri que, según los uniformados, «quiere ser gobernador y por eso sobreactúa. Lo saben todos los generales».
Cualquier militar procesado judicialmente es apartado y en el caso de IOSFA tuvo que renunciar. La bronca es que no te miden con la misma vara
Otra importante fuente castrense aclaró que «mas que defender a quienes hayan cometido actos de corrupción, la doble vara es respecto a lo que ocurrió en la IOSFA, cuyo interventor designado por el ministro terminó su gestión con un déficit de 120.000 millones, pese a haber recibido una situación financiera equilibrada. Para ese funcionario de la política no hubo ningún reproche ni denuncia ni escarnio. La política se cubre y recicla».
«Simplemente renunció cuando vio que el agua le llegaba al cuello y antes de concurrir a la convocatoria que le hizo la comisión de Defensa del Congreso para que explicara la situación de la obra social. Eso seguramente lo hubiera expuesto aún mas a él y al Ministro que lo designó», reprochó.
En ese sentido, afirma que «el ministro sobreactuó y que tendría que haberlo manejado de otra manera. Están todos de acuerdo porque se hizo un daño institucional innecesario cuando se tendría que haber actuado sobre la persona, pero no están en desacuerdo con que se lo hayan sacado a Mengo».
(Petri) quiere ser gobernador y por eso sobreactúa. Lo saben todos los generales
«Isaac sigue vivito y coleando en el mismo puesto cuando también es tan responsable como el otro, fue jefe de la Fuerza Aérea hasta febrero y siguió estando en la actividad. Sabe perfectamente todo lo que pasa», enfatizó este militar.
Por último, esta fuente se queja: «el militar no tiene voz ni voto, ni sindicato para quejarse como en Alemania. No podemos hacer nada».
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No es el primer cortocircuito entre las Fuerzas Armadas y el gobierno durante este primer año de gestión. Primero fue el retiro compulsivo a buena parte de los generales de las tres fuerzas, luego el freno de la jerarquización salarial impulsada por el gobierno anterior y finalmente la falta de Presupuesto para gastos corrientes, por citar algunos de los temas que generaron tensión.
A esto se suma la sorpresiva salida del teniente general y exjefe del Ejército Claudio Pasqualini, quien renunció como secretario de Estrategia y Asuntos Militares. Defensa dijo que fue por razones personales pero LPO pudo saber que el ex funcionario había llegado al cargo de la mano de Victoria Villarruel y su salida habría estado relacionada con las tensiones que la vicepresidenta mantiene con el triangulo de hierro.