Pese a la fuerte desaceleración de la inflación que hubo este año -la interanual pasó de cerrar en 211% en 2023 a un estimado en torno a 118%-, hay servicios cuyas tarifas siguen subiendo todos los meses para evitar quedar nuevamente atrasadas luego de las fuertes actualizaciones de precios que hubo en el primer semestre. Este el caso, por ejemplo, del gas, la electricidad, el agua y los combustibles, que son fijados por el Ministerio de Economía de manera directa o indirectamente. En línea similar suben también sus tarifas todos los meses los prestadores de medicina privada y las empresas de telecomunicaciones.
En 2025, sin embargo, se espera que los aumentos mensuales sean cada vez menores, en línea con la inflación proyectada para ese año, cercana al 28%, según el último relevamiento de expectativas que publica el Banco Central (BCRA), sobre la base de las estimaciones privadas.
El Gobierno confirmó que a partir de enero se implementará una suba de 1,6% en las boletas de luz. Esta medida forma parte de una estrategia para disminuir gradualmente los subsidios y trasladar una mayor proporción del costo real de generación eléctrica a los usuarios finales.
El precio de las boletas de electricidad está compuesto por tres servicios más los impuestos. Reflejan el costo de generación eléctrica, que está subsidiado; el costo de transportar esa energía a los centros de consumo, y el de distribución, que permite que cada hogar tenga el servicio. Luego, alrededor de un 25% del precio final se explica por los impuestos nacionales, provinciales y municipales.
Los aumentos previstos para el próximo mes implican una aumento de 4% para las empresas distribuidoras y transportistas de electricidad, mientras que el valor estacional de la energía eléctrica (PEST) no se tocará.
En febrero, sin embargo, la Secretaría de Energía subirá el PEST e implementará diferenciaciones más marcadas de tarifas para los consumos “en pico” o “en valle”, que establece precios distintos según la hora del día en que se consume.
Actualmente, los usuarios de altos ingresos (N1) pagan el 93% del costo de generación eléctrica, mientras que los de ingresos bajos (N2), el 26%, y los hogares de ingresos medios (N3), el 41%.
En 2024, las boletas de electricidad subieron 268%, en promedio.
En gas sucede una situación similar, ya que el Gobierno estableció un aumento de 1,8% final en las boletas. Al igual que en la electricidad, el servicio se compone por el costo de producción de gas, que también está subsidiado, el de transporte, distribución y los impuestos.
En enero, las empresas distribuidoras y transportistas de gas tendrán una suba de 2,5%, mientras que también habrá una actualización del precio del gas en punto de ingreso al sistema de transporte (PIST).
Actualmente, los usuarios de altos ingresos (N1) pagan el 85% del costo de producir gas, mientras que los de ingresos bajos (N2), el 31%, y los hogares de ingresos medios (N3), el 38%.
En 2024, las boletas de gas subieron 531%, en promedio.
De manera “excepcional”, AySA, la empresa a cargo del servicio de agua y cloaca en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), dispuso un ajuste del 1% a partir de enero, por debajo de lo previsto en la resolución 9/2024 de la Secretaría de Obras Públicas. La factura promedio sin impuestos será $22.291. Con impuestos de al menos 21%, la boleta mensual superará los $26.900.
La empresa estatal dijo que este año se alcanzó por primera vez el equilibrio económico-operativo, lo que le permite cubrir los costos operativos y realizar las inversiones necesarias para mantener servicio. “Gracias a este equilibrio y a la desaceleración inflacionaria registrada en los últimos meses, se ha dispuesto un ajuste tarifario excepcional del 1%”, dijeron fuentes de la compañía.
Por lo tanto, la factura media mensual en servicios de agua sin impuestos subirá para la zona geográfica considerada de altos ingresos (534.517 hogares) de $26.017 a $26.277; para la zona media (996.718 usuarios), de $23.627 a $23.863, y para la zona baja (1,2 millones), de $18.985 a $19.175.
AySA también informó que, “dado que el esquema tarifario actual ha quedado desactualizado frente a las demandas y complejidades del contexto actual”, está trabajando en un nuevo esquema tarifario renovado y de largo plazo. “Con esta nueva propuesta de adecuación tarifaria, la empresa buscará modernizar la estructura tarifaria y establecer un modelo transparente que garantice la sustentabilidad operativa y las mejoras continuas”, dijo.
En 2024, las boletas de AySA subieron 317%, en promedio.
YPF, la principal petrolera del país, anunció un incremento del 1,75% en el precio de sus combustibles, que entrará en vigencia el viernes. Este ajuste es uno de los más bajos registrados en los últimos 12 meses y responde a la necesidad de trasladar al valor del surtidor la devaluación del tipo de cambio oficial del 2% mensual y el aumento del impuesto a los combustibles.
De esta forma, los nuevos valores de YPF en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) pasarían a ser: el litro de nafta súper, $1127; la premium, $1394; la de gasoil súper, $1143, y la premium, $1392.
Se espera que otras petroleras, como Shell, Axion y Puma Energy, adopten medidas similares en los días posteriores, consolidando una tendencia de ajuste en el sector.
Desde que comenzó la gestión del Gobierno en diciembre de 2023, los precios de los combustibles subieron 285%, ya que los mayores aumentos se concentraron en los primeros días de gestión. En 2024, en tanto, la suba anual fue de 100%, por debajo de la inflación estimada en el año de 118%.
Las empresas de medicina prepaga notificaron a sus afiliados aumentos en las cuotas que regirán desde enero en torno al 3,9%, según fuentes del mercado, como es el caso de Medifé o Swiss Medical.
Las tarifas de las compañías de telefonía móvil, internet y televisión por cable aplicará un alza que rondará entre el 6% y 8%.
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