MAR DEL PLATA.- El radicalismo bonaerense busca encontrar un rumbo. Lo intenta como otras veces desde esta ciudad. Ahora con un estadio de básquet colmado, con los legisladores e intendentes en primera fila, con los dirigentes de ahora y algunos de los de hace décadas. Y con la militancia, que con sus banderas y bombos le puso color a este intento de volver a pisar firme en un escenario político en el que el histórico partido pierde protagonismo y está en una situación de incertidumbre.
Al acto lo encabezó Maximiliano Abad, senador nacional y titular de la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense, acompañado por el marplatense Miguel Fernández, presidente electo del comité bonaerense.
“El radicalismo no nació para esconderse”, dijo Abad y destacó que la UCR quiere ser parte de una coalición con los sectores más dinámicos y transformadores. “Queremos construir una sociedad con libertad, progreso e igualdad”, remarcó. Lo escucharon más de 20 intendentes, otros que lo fueron en los últimos tiempos, casi una veintena de legisladores y varios nombres de peso: Ernesto Sanz, Gustavo Posse, Daniel Salvador y Jesús Rodríguez, entre otros. “No aceptamos ser testigos ni espectadores”, había dicho Fernández un rato antes, desde el mismo escenario.
La fuerza viene de la experiencia fuerte que significó la última elección, en alianza con el Pro, alineados con poco gusto detrás de la candidatura presidencial de Patricia Bullrich y con resultados que no alcanzaron para llegar al balotaje.
Las banderas que colgaban de las tribunas del estadio del Club Quilmes mostraba representaciones de los distintos puntos de la provincia. También de fuerzas internas: Franja Morada, la Juventud Radical y también la Organización de Trabajadores Radicales. Desde aquí el desafío que se lanzó fue trabajar duro en este 2025, con un objetivo electoral por delante, para “transformar la provincia de Buenos Aires y la Argentina”. Así se dijo y se aplaudió fuerte.
Esta cita se da en un contexto en que La Libertad Avanza se ha plantado fuerte y su alianza con Pro comienza a mostrar fragilidades. Dos espacios que, con mayor o menor distancia, el radicalismo no se encuentra cómodo y solo calza con ellos por las necesidades electorales. Acercarse o buscar un espacio propio, de mayor margen, es dilema de estos días.
La unidad interna es, precisamente, la búsqueda. Abad dejó en claro que buscarán ser protagonistas, con armado de equipos, pero sin resignar banderas y mucho menos a cualquier precio. “Vamos a meternos en el barro y a alzar la voz para defender nuestras ideas”, aclaró frente a la distancia y el relegamiento sufrido en las recientes experiencias con Pro. “La indiferencia jamás fue una alternativa y ahora no es la excepción”, dijo el senador nacional.
“En este escenario en el que se pierden oportunidades, se profundizan las divisiones y fracasan los acuerdos que necesita la Argentina, es fundamental reivindicar ideas simples y acciones concretas para romper la parálisis institucional que perjudica a la inmensa mayoría y sólo beneficia a los abanderados del status quo”, afirmó el líder del radicalismo bonaerense y advirtió que la UCR “jamás puede ser cómplice del silencio y las especulaciones”.
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