Luz Tito está viviendo una semana muy especial dentro de la casa de Gran Hermano. La joven recibió hace unos días la visita de su novio, el Pestañas, quien ingresó en una de las ediciones del Congelados. Más allá de la emoción por volver a verlo después de casi seis meses distanciados (él vive en España), haber incumplido la regla de no moverse ni hablar provocó que quede fulminada y se ubique dentro de la placa de nominados.
No fue una situación fácil para Luz, que volvió a ver a su pareja cuando no se lo esperaba. También fue un momento algo incómodo para todos, ya que se sabe que Santiago ‘Tato’ Algorta tiene sentimientos profundos hacia su compañera, por lo que el ingreso del joven, aunque sea por unos minutos, generó un clima tenso dentro y fuera de la casa.
Ahora bien, muchos cañones apuntan este domingo a Luz por su postura dentro de la casa de Gran Hermano. No obstante, a pesar de ser una de las jugadoras que más votos puede recibir para irse esta noche, en un momento la joven decidió abrirse a contar una profunda parte de su vida en diálogo con su compañera Martina Pereyra.
Acostadas en una de las camas, Martu se percató de unas marcas que la jujeña tiene en sus muñecas. “Fue hace mucho”, preguntó, a lo que ella le respondió: “Fue cuando tenía 15-16 años”. Luego contó que hizo un tratamiento para quitar esas cicatrices de los cortes: “Lo hacía seguido y no quería seguir así… después me empecé a poner mucha crema, tratamientos y todo, y se achicaron, no quedó casi nada”.
LUZ TITO REVELÓ LA DURÍSIMA INFANCIA QUE TUVO E IMPACTÓ A TODOS
“Eran así de este tamaño… se borró todo, siempre me las hacía en el mismo lugar”, siguió Luz. “¿Tu mamá te veía?”, preguntó la rubia, mientras la joven asintió con la cabeza. “Cuando fui al psicólogo, dos sesiones, dijeron que tenía que ir al psiquiatra inmediatamente y empastillarme, porque estaba con depresión. Estaba mal, mal”, agregó.
“Igual no me metí con pastillas ni nada, fue todo mental, con apoyo de mi mamá y mi hermana”, agregó Luz sobre cómo superó ese duro tramo de su vida. “¿Eran problemas del colegio o algo de eso?”, preguntó Martu. “No, en el colegio me decían cosas pero nunca les di bola. Tenía otras cosas que me jodían más. Iba recayendo seguido, cada 2 semanas, y después cuando empecé a mejorar fue cada 4 meses…”, siguió explicando.
“Después había tiempos que… ponele, 1 año no había hecho nada y recaía. No sé, como una emoción, me hacía respirar eso… se me cerraba todo, dejaba de escuchar, era como me aislaba”, continuó Tito sobre un durísimo testimonio de lo que sentía en esos momentos tan fuertes y peligrosos.
“Me dolía no en el momento, pero sí quizá al tercer día cuando me vestía me dolían mucho las manos… mucho, mucho… el mínimo roce ya dolía”, siguió, para luego confesarle a su compañera que se tapaba las heridas y que solamente se enteró su familia de todo lo que pasaba en aquella época.
“Me pasó que se enteraron así como vos ahora, pero nunca fue de verme gente en un momento fuerte como ese… mi mamá sí. Mi mamá decía que por qué, que por favor… una vez estuvo conteniéndome y me decía que respire con ella, yo necesitaba que me entre aire… una desesperación increíble. Pero ya de ahí no lo volví a hacer. La última fue hace dos años, nunca más”, cerró Luz.
A los pocos segundos, la jujeña recibió un tremendo y contenedor abrazo de Martu. “Me dan ganas de abrazarte, te juro”, le dijo, a lo que ella respondió: “Qué tierna, gracias”. Cabe recordar que semanas atrás Luz había dado detalles de la angustiante infancia que tuvo, abriéndose para contar que había sido abusada desde muy joven y que eso marcó su vida.
“Viví muchas cosas fuertes con mis pocos años que tengo, que son 21 y mi familia también a la par. En un momento abusaron de mí sexualmente y cuando no sabía dónde ir, me hubiera gustado mucho tener un lugar o apoyo y todas esas cosas. Ni a mi mamá se lo pude contar, siempre quedó como un abuso y nada más. Y callé un montón de tiempo, porque todo el tiempo estaba como sonriente, feliz, y hasta el día de hoy agradezco a Dios tener una sonrisa que me salga del corazón, porque la vida me bendijo en muchos aspectos”, confesó en su momento, un episodio que impactó a todo Gran Hermano.