Kinsasa, 26 ene (EFE).- La República Democrática del Congo (RDC) ha retirado a su personal diplomático en Ruanda y ordenó el cese de actividad en la embajada ruandesa en Kinsasa por el conflicto del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este del país, informó el Gobierno congoleño.
En una nota verbal dirigida a la legación de Ruanda en la capital congoleña y publicada a última hora del sábado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación Internacional y Francofonía de la RDC anunció la «retirada de los diplomáticos» de su embajada en la capital ruandesa, Kigali, con «efecto inmediato».
El Ministerio de Asuntos Exteriores también pidió a las autoridades ruandesas que «saquen todas las consecuencias de esta decisión cesando, en el plazo de 48 horas, todas las actividades diplomáticas y consulares» de la embajada de Ruanda en Kinsasa.
El ministro ruandés de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Olivier Nduhungirehe, replicó en la red social X que «el último diplomático ruandés destinado en Kinsasa, bajo la amenaza permanente de los funcionarios congoleños, ya había abandonado la capital congoleña».
La tensión diplomática entre los dos países vecinos se incrementó tras intensificarse esta semana en el este de la RDC los combates del M23 con el Ejército congoleño, apoyado por milicias afines y dos misiones de paz: la de la ONU (Monusco) y la de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC), conocida como SAMIDRC.
En una señal de creciente preocupación internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este domingo para analizar la crisis, un encuentro previsto inicialmente para el lunes.
Los rebeldes anunciaron este viernes que avanzan hacia Goma, estratégica capital de la provincia congoleña de Kivu del Norte.
Aunque las autoridades ruandesas niegan la presunta colaboración de Kigali con el M23, este extremo ha sido confirmado por las Naciones Unidas.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con el grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte, y en marzo de 2022 el grupo empezó una ofensiva con la captura y pérdida recurrentes de localidades.
Desde entonces, el M23 ha avanzado por varios frentes hasta situarse cerca de Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco. EFE