En las últimas semanas, la discusión económica entre los especialistas se da en torno a la reciente apreciación cambiaria como también la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, desde la implementación del blanqueo, los depósitos privados en dólares fueron cayendo progresivamente.
Si bien el nivel actual es elevado, en el que la mayor parte de estos fondos permanece en los bancos, el drenaje del dinero a «cuentagotas» ya se llevó el 11,5% del stock que había en el mes de octubre. De hecho, según datos relevados por el BCRA, al 10 del presente mes, el stock de moneda extranjera por parte de privados era de u$s30.655 millones. Ese día bajó en u$s121 millones. En lo que va del año, solo en siete ruedas no hubo caídas. En ese lapso, se fueron u$s896 millones.
Cuántos dólares salieron de los bancos y qué impacto tuvo en las reservas
Si bien la caída fue del 11,5%, si la comparación se hace con el último pico, es aún mayor. El 31 de octubre, se alcanzó el máximo de u$s34.626 millones. Días después, concluyó la primera etapa del blanqueo, que era la ventana disponible para regularizar dinero en efectivo. Desde ese récord, los depósitos privados en dólares perdieron u$s3.971 millones, el 11,5% del total.
En principio, la cantidad puede parecer baja, debido a que, según los datos de ARCA (ex AFIP), al blanqueo ingresaron más de u$s23.000 millones en efectivo. No obstante, la continuidad del goteo tiene impacto en las reservas brutas del BCRA y a futuro puede incidir en la estrategia del Gobierno para sostener su esquema cambiario.
Cabe mencionar que, desde fines de octubre, el BCRA acumula compras de divisas en el mercado cambiario oficial por algo más de u$s4.500 millones. A pesar de esto, las reservas internacionales brutas prácticamente no se han movido: eran u$s28.618 millones al 31 de octubre y se ubicaban en u$s28.938 millones al 10 de febrero. En el medio, el 7 de enero, llegaron a tocar los u$s32.908 millones.
El motivo por el que las compras del BCRA no se tradujeron en una mayor acumulación de reservas responde a que uno de los factores fue el drenaje de los depósitos. «Una porción importante de las colocaciones bancarias en moneda extranjera de los ahorristas es encajada en las arcas del BCRA. Cuando se reducen los depósitos, en general también lo hacen los encajes», señala.
De igual forma, la sangría de depósitos no tuvo todo el impacto que podría haber tenido en las tenencias internacionales. Sucede que, durante el blanqueo, los bancos tuvieron un comportamiento precautorio y conservaron buena parte de los dólares depositados en sus sucursales, por lo que los encajes no crecieron al mismo ritmo. Así, si en su momento no impactaron tanto al alza para las reservas, ahora no lo hacen tanto a la baja.
Asimismo, según información brindada por el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, entre fines de octubre y mitad de enero, el BCRA utilizó casi u$s1.000 millones de las reservas para intervenir sobre los dólares paralelos y contener la brecha cambiaria. Casi la totalidad, concentrado entre mediados de diciembre y el 16 de enero.
De momento, no hay información disponible de lo que sucedió después, aunque fuentes del mercado estiman que el Central siguió activo en las últimas jornadas. A eso se añaden los pagos de deuda a los bonistas, al FMI y a los tenedores de Bopreal.
La salida de dólares podría repercutir en el mercado del crédito
Hay otro efecto de la salida de depósitos en dólares, que a futuro podría afectar la estrategia del Gobierno para sostener su esquema de apreciación cambiaria. Es que el incremento de las divisas depositadas que dejó el blanqueo fue el plafón que sustentó el boom de crédito en moneda extranjera a las empresas. Si el stock de depósitos cae, la capacidad prestable se enfrentará a un inminente límite.
Durante los últimos meses, el equipo económico fomentó este tipo de préstamos (a través del incentivo al «carry trade») y lo utilizó como el principal puntal para que el Banco Central pueda seguir comprando dólares a pesar del persistente déficit de cuenta corriente cambiaria. Sucede que el financiamiento en dólares (bancario y a través del mercado de capitales) es liquidado contra pesos en el mercado oficial e incrementa la oferta de divisas.
Por lo tanto, la caída de los depósitos en dólares es una de las principales preocupaciones del Gobierno, el cual insiste en mantener su esquema cambiario para contener la inflación. De hecho, en términos netos y medidas con la metodología del FMI, las reservas son negativas en casi u$s10.000 millones.