Lo que empezó como un simple proyecto para abastecer de agua potable a una escuela rural terminó en un hallazgo inesperado: en pleno patio de la Escuela 122 de Bajada Los Molles, durante una perforación, comenzó a brotar lo que parece ser petróleo.
El hecho, que dejó boquiabiertos a vecinos y trabajadores, ocurrió a unos 23 metros de profundidad, cuando el suelo se volvió más duro y el equipo técnico detectó que en lugar de agua, emergía un líquido negro y viscoso, con un fuerte olor a hidrocarburo.
De la sorpresa a la incertidumbre
El descubrimiento fue registrado en videos y fotografías que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Sin embargo, aún falta una confirmación oficial por parte del Ministerio de Energía, que ya fue notificado del suceso.
«Esto pasó en un lugar que nunca había sido explorado. Nos sorprendió a todos, enseguida dimos aviso para que especialistas analicen el material», explicaron desde la comisión vecinal de Villa Puente Picún Leufú.
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El proyecto original contemplaba tres perforaciones para mejorar el acceso al agua potable en la zona. Pero ante lo ocurrido, se decidió cambiar de ubicación para evitar interferencias con el supuesto yacimiento.
El agua tendrá que esperar
«Nos fuimos más cerca del río, a unos 200 metros de la perforación original, porque no quisimos seguir en la misma línea por si aparece más hidrocarburo», señalaron los responsables del trabajo.
La perforación en cuestión se realizó a solo 50 metros del edificio escolar, en un terreno que jamás había sido estudiado para actividad hidrocarburífera.