En el programa Planeta Gol, Leandro Paredes confirmó lo que hasta ahora era un secreto a voces: existe una cláusula en su contrato con la Roma que le permitiría salir del club en caso de que Boca Juniors pague una cifra específica.
Sin embargo, a pesar de esta disposición especial, el regreso del volante al club de sus amores sigue siendo un misterio. «Sí, es cierto. Esa cláusula es solamente para Boca, nadie más», afirmó el mediocampista, que por estas horas se hizo un tremendo cambio de look.
Pero la confirmación de la cláusula no significa que la vuelta esté garantizada. En la entrevista, Paredes dejó en claro que hay varios obstáculos que podrían impedir su llegada al Xeneize, principalmente en lo económico.
El periodista que entrevistó a Paredes le preguntó si había hablado con Boca antes de establecer esta condición en su contrato con la Roma. La respuesta fue contundente: «No hablé con los dirigentes de Boca, lo hablé con el club», aseguró el jugador.
LAS DECLARACIONES DE LEANDRO PAREDES
Este detalle es clave. Paredes impuso la cláusula sin negociar previamente con Boca, lo que deja la puerta abierta a la especulación. ¿Fue una estrategia para presionar al club argentino? ¿O simplemente un gesto de buena voluntad hacia el equipo que lo vio nacer futbolísticamente?
«Tengo que estar totalmente agradecido a Roma porque, si bien la renovación se iba a dar por los partidos jugados y los objetivos cumplidos, el club optó por adelantarla y poner esta cláusula en el medio», explicó.
La entrevista dio un giro más picante cuando los panelistas comenzaron a debatir el motivo real por el cual Boca y Paredes no pudieron cerrar el pase en el último mercado. Según se explicó en el programa, Boca y Paredes no lograron ponerse de acuerdo en los términos económicos. Aunque el jugador estaba dispuesto a reducir considerablemente su salario en comparación con lo que percibe en la Roma, el club argentino no pudo alcanzar sus pretensiones.
«Paredes no pretendía ganar lo que gana en Roma, sino muchísimo menos, pero Boca le ofrecía un tope de contrato», explicaron en el panel. Sin embargo, ante la falta de acuerdo, la Roma decidió renovarle automáticamente el contrato por un año más debido a que el mediocampista había cumplido con el 50% de los partidos requeridos. En ese momento, Paredes optó por aceptar la renovación, pero incluyó la famosa cláusula que le permitiría salir a Boca por 3,5 millones de euros en cualquiera de los próximos tres mercados de pases.
«Para que esto pase, primero tiene que arreglar el contrato personal el jugador, cosa que todavía no hizo», explicaron en el programa. Además, se mencionó que hace algunos días circuló la versión de que la Roma desconocía la existencia de esta cláusula, algo que finalmente fue desmentido. «La cláusula existe, pero siempre tiene que haber un arreglo privado», aclararon los periodistas.
El debate en el panel se encendió cuando se planteó la idea de que Paredes estaba queriendo quedar bien con la hinchada de Boca, dejando entrever que el club no hizo el esfuerzo suficiente para contratarlo: «Paredes le quiere dar la pelota a Riquelme para que no quede como que no se hizo por dinero».
La sospecha es que el jugador quiere evitar ser visto como un “mercenario” que antepone lo económico a su deseo de jugar en Boca. Por otro lado, desde la dirigencia del club también buscan proteger su imagen y no quedar como los responsables de que la operación no se haya concretado. «Esta pelotita se la están pasando para no quedar mal ni Riquelme ni Paredes», opinó uno de los panelistas.
Otro de los grandes interrogantes que surgieron en el debate fue el monto que realmente exigía Paredes para volver a Boca. «No era solamente llegar a lo de Cavani, sino que quería un poco bastante más», aseguraron en el programa. Este dato es clave porque, si bien el futbolista siempre manifestó su deseo de regresar al club, también dejó claro que no lo haría a cualquier precio. Desde Boca, en cambio, nunca estuvieron dispuestos a pagar un salario tan alto, lo que terminó por trabar las negociaciones.
