En el Día Mundial del Medio Ambiente, se celebró la primera transacción online de bonos de carbono, una iniciativa privada que conecta a quienes necesitan compensar sus emisiones con quienes han superado sus metas.
Se lanzó este jueves la Bolsa Argentina de Carbono (BACX), una plataforma digital que permite listar y negociar créditos de carbono. En un acto realizado en sus oficinas en Buenos Aires, se concretó la primera operación en vivo, entre una empresa forestal (que contaba con los bonos) y un compañía de servicios que necesita compensar sus emisiones de CO2.
Los promotores de la iniciativa eligieron el momento oportuno: el 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Más allá de la posición política o la percepción que cada uno tenga respecto de la cuestión del cambio climático, lo concreto es que la mayor parte de la humanidad se puso de acuerdo con la idea de que es necesario reducir las emisiones. Ya no es una cuestión de los gobiernos y los Estados, que ensayaron el sendero del mercado regulado, imponiendo metas, castigos y eventualmente premios. El mecanismo generó más rispideces que éxitos.
Mientras tanto, las empresas sienten la presión de los consumidores, que exigen productos y servicios más amigables con el medio ambiente. No hay organización relevante, en el mundo, que no se haya puesto al hombro la cuestión de las emisiones de CO2. Todas buscan frenéticamente mostrar lo que hacen al respecto. Para algunas es más fácil. Para otras, no. Los costos de un salto tecnológico para mejorar su “huella de carbono” serían demasiado elevados. Ahora tienen la posibilidad de compensar, adquiriendo los bonos que generan quienes las reducen efectivamente, o directamente secuestran carbono. Esto se transa en un mercado voluntario.
BACX, con esta plataforma de trading, opera en el mercado voluntario de carbono argentino a través de un sistema completamente digital que permite listar y negociar créditos de carbono verificados según todos los estándares internacionales, garantizando transparencia y trazabilidad.
“Al facilitar la compraventa de estos créditos verificados, BACX busca abrir una vía estratégica para que Argentina genere divisas a partir de un nuevo activo financiero”, expresó Alejandro Guerrero, CEO de BACX. Explicó además, que el modelo operativo de la plataforma se apoya “en socios estratégicos como ACX y Lockton, que aportan conocimiento especializado en áreas como trading, riesgo, escalabilidad del mercado y financiamiento”.
Por su parte, Aleandra Scafati, vicepresidenta de BACX y reconocida especialista en mercados de carbono, señaló: «El mercado de carbono voluntario global ofrece grandes oportunidades en este momento de definiciones internacionales y Argentina, si aborda adecuadamente sus desafíos, tiene muchas posibilidades de capitalizarlas”.
Según Scafati, la puesta en marcha de BACX “se alinea con la Estrategia Nacional para el Uso de Mercados de Carbono (ENUMeC) del país, que contempla el uso de estos mercados para el cumplimiento de sus metas climáticas”. Explicó que la generación de bonos de carbono parte del principio de que se basa en esfuerzos adicionales a los que ya muchos vienen haciendo en esta materia. Intenta convertirse en un aliciente para nuevas acciones.
Este es un tema en debate, por ejemplo en el ámbito del sector agropecuario, donde la Argentina viene implementando innovaciones como la siembra directa, que permitió reducir sustancialmente la quema de combustibles fósiles (un 50% menos de emisiones por hectárea que hace 30 años). Y además ha permitido recuperar la materia orgánica de los suelos, lo que significa secuestro de carbono. Pero lo ya hecho no califica como fuente de bonos. Es lo que se haga de aquí en adelante, enfatizó la experta.
BACX también presentó tres iniciativas argentinas de certificación de carbono que utilizarán la plataforma para transaccionar sus créditos emitidos. Los casos expuestos fueron: la forestal Unitán, con créditos por sus operaciones en Chaco y Formosa; Nideport, con un proyecto en Misiones de Soluciones basadas en la Naturaleza; y la Provincia de Misiones, que se convirtió en el primer proyecto jurisdiccional subnacional en avanzar en la certificación de la reducción de la deforestación y degradación de bosques nativos en la Provincia.