Una fuerte conmoción sacudió a la ciudad de Cipolletti tras conocerse la muerte de Gabriel Rosenfeld, reconocido comerciante local y dueño de la tradicional cadena de carnicerías “El Rusito”. El fallecimiento se produjo días atrás a raíz de un accidente doméstico en su vivienda, donde —según trascendió— habría sufrido una caída en la bañera, circunstancia que está siendo investigada.
“Estaba bien, por eso cuesta aún más asumirlo”, expresaron personas de su entorno más cercano. La noticia generó un profundo pesar entre familiares, colegas del sector cárnico y clientes de toda la ciudad, que lo recordaban como una persona amable y comprometida con su oficio.
Perfil de un referente del comercio local
Gabriel Rosenfeld fue un histórico del rubro cárnico en Cipolletti. Logró consolidarse en el mercado con la marca “El Rusito”, inicialmente en el tradicional local de Alem y Brentana, del que luego se desprendió. En la actualidad, contaba con al menos dos carnicerías en funcionamiento, una de ellas en Alem casi Córdoba, y otra en un barrio de la ciudad. Incluso, se mencionó otro local con ese nombre en Fernández Oro.
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“Excelente persona, muy correcto. No es fácil encontrarse con gente así”, reflexionó Natalia Chemor, exvicepresidenta de la Cámara de Comercio, al recordar su trayectoria y su vínculo con la comunidad. Su figura era muy respetada, especialmente en el sector comercial vinculado a los alimentos.
El impacto familiar y el hermetismo inicial
La noticia del fallecimiento no trascendió de inmediato, ya que la familia optó por mantener el hecho en estricto hermetismo, especialmente por la situación de uno de sus hijos, de 16 años, que en ese momento se encontraba en el exterior. El joven regresó recién el fin de semana, motivo por el cual se postergó el anuncio público del deceso.
“Queríamos que se enterara una vez que vuelva y por nosotros, no por los medios”, explicaron los allegados, destacando el enorme cuidado emocional que se buscó tener en ese momento tan doloroso.