Todo lo que parecía un gran momento personal para Nico González terminó estallándole en la cara. Después de ser captado a los besos con Sabrina Rojas en un boliche de Buenos Aires, ahora se suma una bomba profesional: Juventus no lo quiere más. Sí, el delantero argentino fue declarado prescindible por el nuevo DT del club italiano y ya le están buscando salida.
El encargado de darle la noticia fue nada menos que Igor Tudor, flamante técnico del equipo, que no lo ve en su proyecto futbolístico. En medio de esta tormenta, apareció una opción inesperada: una oferta millonaria del Al Ahli de Arabia Saudita, que estaría dispuesto a pagar 30 millones de euros por su pase. Y aunque su intención era seguir en Europa, la realidad es que no tiene muchas más opciones.
La situación se volvió todavía más incómoda porque Juventus pagó cerca de 38 millones para ficharlo desde la Fiorentina hace menos de un año. Ahora, con un Mundial de Clubes flojísimo donde apenas jugó 138 minutos y no marcó goles, la paciencia del club se terminó. Encima, Nico tiene un sueldo alto, de 3.6 millones de euros anuales, y el club quiere aligerar el gasto.
Todo esto ocurre justo cuando en Argentina su nombre está en boca de todos, pero no por su fútbol, sino por su fogoso affaire con Sabrina Rojas. El problema es que él estaba en pareja con la modelo Paloma Silberberg, quien se enteró de la infidelidad por las redes. Una novela que mezcla farándula y deporte, y que lo deja mal parado en ambos frentes.
SIN EQUIPO, SIN NOVIA Y CON LA MALETA LISTA
Mientras la Juventus lo pone en la vidriera, el jugador se mantiene en silencio, aunque su entorno admite que el escándalo mediático “no ayudó en nada” a su imagen internacional. En Europa no cayeron bien los titulares mezclando romances, boliches y traiciones. Y aunque el fútbol árabe es un mercado que paga fortunas, para muchos significa una especie de “retiro prematuro”.
Desde su círculo, algunos deslizan que River Plate podría tentarlo a volver a la Argentina, pero por ahora es solo un deseo de los hinchas. “Me hago el boludo”, había dicho entre risas hace poco cuando le preguntaron si jugaría en el club de Núñez. Hoy por hoy, su destino más realista parece estar en Medio Oriente.
Además, trascendió que Juventus lo incluyó oficialmente en la lista de jugadores prescindibles y ya negocian activamente su salida. Lo que pintaba como una temporada consagratoria, se convirtió en un dolor de cabeza. Y eso que hace unos meses se lo veía cómodo en Turín y hasta ilusionado con la titularidad.
Ahora, con la imagen golpeada y su lugar en duda, a Nico no le queda otra que barajar y dar de nuevo. Quizás el fútbol árabe sea su tabla de salvación… o el paso final antes de volver a empezar.
“Yo estoy para jugar donde me quieran”, habría dicho en privado.