«Son alternativas que están en análisis», dijo este domingo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, al ser consultado por la posibilidad de que se designe por decreto en la Corte Suprema de Justicia a los dos dos candidatos que impulsa Javier Milei, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
La declaración ocurre casi en simultáneo con un movimiento imprevisto por parte del kirchnerismo: hace tres días la senadora por Catamarca Lucía Corpacci, de excelente vínculo con Cristina Kirchner y una de sus flamantes vicepresidentas en el PJ, sumó su firma a pliego de Lijo.
Así, ahora el pliego del juez federal ya cuenta con 9 firmas en la comisión de Acuerdos, es decir está en condiciones de ser tratado en el recinto del Senado.
Lo de Corpacci causó sorpresa incluso filas adentro de la bancada de 33 senadores de Unión por la Patria. Muy pocos sabían de antemano lo que haría la ex gobernadora de Catamarca.
Al parecer, había dado su palabra al sanjuanino Sergio Uñac, el tucumano Juan Manzur y el gobernador Gerardo Zamora de Santiago del Estero. Los tres, se dice, empujan la candidatura de Lijo.
En el Senado se dice que el propio Lijo fue el encargado de conseguir las firmas para su dictamen. En otras palabras: rechazan que se trate de un logro de la Rosada.
Eso sí: en la bancada peronista advierten que la firma de Corpacci no debe interpretarse como que ahora -y de manera automática- ayudarán a que Lijo obtenga los dos tercios de los votos en el Senado para poder aterrizar en el máximo tribunal.
Sin el peronismo, el oficialismo y sus aliados no tiene chance de alcanzar los 48 votos (dos tercios) que se necesitan, al menos hasta el próximo recambio legislativo de diciembre de 2025.
La Casa Rosada ha demostrado pericia en las últimas semanas y dejó en claro que tiene poder de fuego para frustrar los planes opositores. Podría, entonces, perfectamente lograr bajas en las filas del peronismo y conseguir más votos para el dúo Lijo-García Mansilla de los que juntan hasta ahora. Es un escenario que admiten como posible en UxP.
Eso sí: aseguran que podrían tener unas pocas fugas y que éstas nunca serían más de 8, con lo que continuarían teniendo 25 votos. Se trata de un número mágico: con esa cifra impiden que el rival reúna los dos tercios.
Aseguran que esos 25 son muy disciplinados y harán lo que se decida en la bancada.
La jugada de UxP
¿Cómo debe leerse entonces lo de Corpacci? «Como una señal de voluntad de negociación de parte nuestra. Que ellos -por el Gobierno- pongan a Lijo y nosotros ponemos a otra candidata en reemplazo de García-Mansilla», explican en el bloque de UxP del Senado.
Entre paréntesis, algo asoma en ese caso como una paradoja: Lijo, candidato de Milei, podría llegar a la Corte con la venia de un sector del peronismo, que además reclama el otro asiento que quedará vacante en la Corte tras la salida del juez Juan Carlos Maqueda, quien se jubila a fines de este año.
En el peronismo aseguran que no está definido quién sería su candidato, en caso de que se abriera esa negociación. Solo insisten con que debería ser una mujer y que por ahora se maneja el nombre de la ex senadora por Santa Fe María de los Angeles Sacnun.
«Marilin» Sacnun es una abogada proveniente de La Cámpora que presidió la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta hasta 2021 y que tejió excelentes relaciones con los diferentes sectores del peronismo que conviven en el bloque. Es querida en el bloque, pero eso desde ya no implica que tenga asegurada una eventual nominación.
Así como envió la señal de su disposición de negociar, el peronismo ya hizo llegar de manera directa a la Casa Rosada una advertencia: que si Milei designa por decreto a los jueces en la Corte, el peronismo buscará apenas pueda voltear las designaciones en el Senado.
«En la primera oportunidad que tengamos se los liquidamos», fue el mensaje que le hicieron llegar a Santiago Caputo, principal asesor del Presidente.
La jugada no tiene demasiado misterio. Si se avanza con los decretos, UxP en la primera sesión que se pueda pedirá tratar los pliegos de Lijo y de García-Mansilla y-aseguran- tendrán los votos para rechazarlos.
Según la interpretación que hacen en UxP, debido al rechazo automáticamente deberían quedar anuladas las designaciones por decreto en comisión en la Corte.
Especialistas en derecho parlamentario y constitucional que no son del peronismo coincidieron con ese diagnóstico. «Las designaciones por decreto perderían absoluta legitimidad. Y sus pliegos ya no podrían volver a ser tratados», señaló un especialista consultado por Clarín.
Eso sí: para ser tratado en el recinto, el pliego de García Mansilla también debería contar con las 9 firmas, algo que aún no sucede.
«No hay problema. Le sumamos las firmas que faltan para después tumbarlo en el recinto», anticipa una senadora clave de la bancada de UxP.
Aunque en la Rosada repiten cada dos por tres «los dos o ninguno», en referencia a Lijo y a García-Mansilla, en el peronismo dicen que el catedrático «no tiene ninguna chance».
«Si ellos quieren a Lijo, nosotros ponemos al otro», se plantan en el peronismo.
En esa eventual negociación, que la administración libertaria dice rechazar, podrían ponerse también sobre la mesa la designación del Procurador General de la Nación y el Defensor del Pueblo.
-¿Por qué el Gobierno negociaría con el peronismo si hasta ahora lo descarta?, consultó Clarín a un miembro clave de la principal bancada opositora.
-Porque nosotros somos 33 y sin nosotros no puede avanzar. Ellos se muestran irracionales, pero son pragmáticos. Ahí esta Milei que acaba de reunirse con Xi Jinping».
En todo este escenario asoman otras variables. Una que en una eventual negociación, el oficialismo y el peronismo necesitarán sumar votos de otros bloques, por ejemplo de la UCR. El radicalismo buscaría una cuota en esa nueva institucionalidad. Si no es en la Corte, se especula que podrían ponerse sobre la mesa de negociación vacantes en la Justicia Federal.
Lo otro es que existe la versión de que Lijo no aceptaría asumir por decreto en la Corte, sobre todo porque el peronismo cuestiona ese método: a posteriori -y en caso de un acuerdo- la bancada de UxP no apoyaría su pliego.
¿La amenaza de que voltearían un eventual decreto podría funcionar como advertencia para el juez Federal?
Algo más: el diputado de la Coalición Cívica Juan Manuel López observó que en caso de ser designado por decreto, Lijo debería renunciar a su cargo de juez Federal de primera instancia. ¿Lo haría?
Si llegase al máximo tribunal por esa vía y el peronismo -contra lo que amenaza- no puede tumbarlo, su permanencia en la Corte se extendería solo hasta diciembre de 2025 debido a que el decreto tendría validez hasta el recambio legislativo del año que viene, según sostiene la Constitución. Aunque hay versiones de que el oficialismo ya busca antecedentes para eventualmente sostenerlos más tiempo.
García-Mansilla parece haber revisado lo que declaró en su audiencia pública del Senado y ahora podría aceptar llegar al máximo tribunal por esa vía.
Hay, por otro lado, un escollo más. En caso de ser designados por decreto, Lijo y García-Mansilla solo podrán acceder a la Corte cuando su actual titular, Horacio Rosatti, les tome juramento. Hay dudas con eso debido a que la llegada de ambos cambiaría la configuración de poder del máximo tribunal.
Estrategia parlamentaria
El dictamen de Lijo con sus 9 firmas aún no fue presentado oficialmente en la comisión de Acuerdos del Senado, que preside la larretista Guadalupe Tagliaferri.
Como se maneja en secreto, se desconoce quiénes pusieron su firma, pero se descuenta que están las del salteño Juan Carlos Romero-, el libertario Ezequiel Atauche, Beatriz Avila (PRO y el peronista anti K Camau Espínola, aliado incondicional del oficialismo y a cargo de mover el expediente para conseguir las firmas.
También estarían las del misionero Carlos Arce y las de los miembros de UxP Sergio Uñac, Claudia Abdala de Zamora y Lucía Corpacci. El noveno sería Eduardo Vischi, un radical que responde al gobernador Gustavo Valdés y que ya no está en la comisión de Acuerdos.
La duda es si el dictamen será presentado este lunes en la comisión de Acuerdos. Por cuestiones reglamentarias, para ser tratado en el recinto este mismo jueves -última sesión del actual período de sesiones ordinarias- deberán juntarse dos tercios para discutirlo sobre tablas. Asoma improbable que esa sea la jugada.
Pero si no lo intentan ahora, recién podrá tratarse en marzo cuando arranquen las sesiones ordinarias de nuevo. Salvo que Milei llame a extraordinarias e incluya los pliegos para la Corte en el temario.