Mientras cavila cuándo salir a «aclarar» las duras aseveraciones hacia su persona que le prodigó Javier Milei -una opción sería después de la presentación de Guillermo Francos del miércoles 27 en el Senado-, Victoria Villarruel sigue firme en la construcción de una «agenda Argentina» que exponga la necesidad de valorar las riquezas del país en el marco de un Estado «fuerte y acotado» y que la muestre como el emergente de una suerte de «derecha popular» sin poner en riesgo la continuidad institucional.
Es que la Vice tiene muy presente las charlas con el Papa del 14 de octubre en las que Francisco la instó «a no aflojar y a no perder el buen humor» pese a las dificultades que le planteara la política y donde ambos coincidieron en la necesidad de preservar la convivencia democrática. Sin embargo, Villarruel tiene claro que, más allá de las diferencias expuestas con el Ejecutivo, no fue invitada a incorporarse a La Libertad Avanza -es presidida por Karina Milei, con quien mantiene un vínculo gélido- y no descarta en el futuro ser parte de una construcción electoral que dé lugar a una visión de país que, insisten en su entorno, es la misma que tenía en la campaña de 2023.
Las especulaciones en torno a su futuro electoral se incrementaron luego de la «fractura expuesta» que visibilizó el propio Milei al cuestionar su rol en el oficialismo y su supuesta cercanía «a la casta» y los ataques que le suelen asestar diputados de LLA.
En su entorno insisten en que «no va a jugar» en 2025 ni renunciar al cargo pero que el devenir del gobierno dirá si más adelante es convocada para ser parte de alguna alquimia electoral que represente sus valores, hoy encarnados en la campaña «Todo por Argentina», con la que, con fervor nacionalista, apuesta a reivindicar una mirada federal.
Dirigente el Partido Demócrata
«Hoy por hoy Victoria es una dirigente afiliada al Partido Demócrata. Tampoco la llamaron a ser parte de LLA», señalan cerca de la Vice al tiempo que consigan que la decisión de la mesa chica de Milei de relegar su figura se remonta incluso a la asunción presidencial cuando el libertario decidió enlazar el Congreso con la Casa Rosada sólo junto a su hermana Karina.
En paralelo a estas elucubraciones sobre el destino político de la Vice, avanza en forma independiente el armado de un espacio «liberal y popular» con base en la Provincia, y con la ambición de proyectarse a nivel nacional hacia 2027.
En la gestión, además, las diferencias son inocultables y, como dijo el Presidente, Villarruel ya no concurre a las reuniones de gabinete. Este domingo el propio Guillermo Francos aseguró que «a veces tienen puntos de vista diferentes» con el Presidente y reconoció a radio Mitre que éste «no es demasiado diplomático» al hacer notar sus opiniones. Haciendo historia, concedió que «las relaciones de las fórmulas argentinas siempre han sido complejas».
La Vice también expone cierta independencia en relación al relato libertario. En contra del discurso «único» y de la «sumisión absoluta», defiende la idea de propugnar por un Estado «acotado pero fuerte» -con el recuerdo de Julio A. Roca como estandarte- y por eso busca afianzar su vinculo con las Fuerzas Armadas y de Seguridad y una aceitada agenda en las provincias -hace 10 días estuvo en Entre Ríos por la Fiesta Nacional del Arroz, por caso- que ponga en valor las riquezas y la diversidad de la Argentina.
Se trata, a todas luces, de un relato divergente del que emana de la Casa Rosada en el que, por un lado se propugna dejar las manos libres al mercado dinamitando el complejo andamiaje estatal, y por otro, se enarbola un sincretismo discursivo que mezcla cuestiones místicas con un revival del legado civilizatorio del Imperio Romano, como se pudo observar en el polémico lanzamiento de «Las Fuerzas del Cielo» de hace una semana. Los escuderos de las patrullas digitales de Milei, que supervisa el asesor Santiago Caputo, parecerían emular con este curioso discurso la doctrina del Destino Manifiesto de Estados Unidos que, en el siglo XIX, planteaba que ese país estaba bendecido para ser una potencia mundial.