domingo, 23 febrero, 2025
InicioSociedadLas incumplidas promesas de desarrollo a lo largo de 124 años de...

Las incumplidas promesas de desarrollo a lo largo de 124 años de historia

Comodoro Rivadavia se caracterizó, desde sus orígenes, por ser una tierra de promesas y proyección de realizaciones siempre a punto de llegar. Tal vez no tanto en sus primeros 6 años de vida, cuando había nacido con la humilde expectativa de ser un puerto para transportar los productos agrícolas de la entonces pujante Colonia Sarmiento, sino esencialmente a partir del 13 de diciembre de 1907 y el descubrimiento del petróleo. Y si bien hubo momentos de brillo y esplendor por esa producción, el paso de las décadas refleja que en el listado de cumpleaños hay más deseos incumplidos que de los otros.

“Comodoro Rivadavia produce el 75 por ciento del Petróleo Argentino”, clamaba, orgulloso, el título de la página 114 del libro que diario El Rivadavia editó en 1951, con motivo de conmemorarse el 50 Aniversario de la ciudad. Se intuía por entonces la convicción de un futuro pleno de realizaciones, de desarrollo y crecimiento. Hubo mucho de lo segundo, en cantidad de gente y sumatoria de nuevos barrios, pero escasez de lo primero. 

Un histórico animal patagónico apareció en el Parque Nacional Lanín luego de 30 años

A lo largo de esa obra histórica se respira, con razón, el sentimiento que envolvía a los “rivadavienses” (tal era el gentilicio por entonces, ya que lo de “comodorenses” vino décadas más tarde) en un halo de dinamismo productivo y oportunidades de futuro que la ciudad plasmó para miles de familias a lo largo de los años, ya fuera por su vínculo con la por entonces plenamente estatal Y.P.F, o por su inserción en la industria privada.

Sin embargo, ese progreso individual, en algún momento de la historia, comenzó a transitar un camino diferente del vinculado a la infraestructura ciudadana, en aquellas obras que debían realizarse para acompañar el crecimiento poblacional y reflejar el desarrollo equivalente a los grandes volúmenes de petróleo y gas que salían de sus yacimientos hacia todo el país.

Transformación digital: el Hospital Alvear de Comodoro adopta la historia de salud integrada

El libro «Medio Siglo de Petróleo Argentino» refleja el auge de la producción de aquellos años.

Captura

En más de una circunstancia, la frustración de aquellas obras necesarias para el desarrollo se convirtió no sólo en un límite al crecimiento, sino que plantea hoy serias dudas para el futuro cercano, ese que ya es casi presente, pero que resulta distinto al que imaginaban los mayores, unas siete décadas atrás.

La sed que nunca se calmó

Tal vez es reiterativo mencionarlo en cada Aniversario, pero la ciudad que afrontó desde sus orígenes el insuficiente abastecimiento de agua, hoy sigue padeciendo de aquella marca indeleble.

El último romántico: llegó a la meta en una famosa carrera de la Patagonia y le propuso matrimonio a su novia

Aguateros en el puerto, imagen del año 1913. El tren traía agua desde lugares alejados y los repartidores la distribuían en carros hacia el pueblo.

ambientecomodoro.gob.ar/Foto de la familia Provedo-Sánchez.

No podría decirse, en rigor, que las respuestas nunca llegaron. Pero tal vez fue el tiempo y el modo en que se concretaron, revelándose rápidamente insuficientes o viéndose superadas por el crecimiento de la ciudad, lo que lleva a que ese problema permanezca a medida que se repasan las casi 13 décadas de historia.

No fue sólo en los inicios, cuando “buscando agua se encontró petróleo”, mito hoy sigue discutiéndose a partir de las teorías que hablan del conocimiento previo de la existencia de petróleo. Cuando en la década del 20 se comenzó a transportar agua desde la zona norte, por parte de Y.P.F., el constante avance de la ciudad se veía reflejado en nuevos proyectos de ampliación de cañerías y reservas, que no siempre se concretaban con la velocidad que el aumento poblacional demandaba.

Despido en el Correo Argentino: la impactante multa acumulada y el temor de la mujer por la salud de su hija

Las obras de ingeniería para traer el abastecimiento desde los acuíferos de la zona norte, como los manantiales Behr, Escalante y Rosales, comenzó a tornarse insuficiente a mitad de la década del 50 y explotó en los 60, con la rápida expansión de la ciudad hacia “La Loma” y toda la zona oeste, que traería como resultado la gestión y requerimiento al gobierno nacional de un nuevo acueducto. Esta vez, el agua llegaría desde el lago Musters, con una obra inaugurada en octubre de 1966.

Ya hemos contado en este de tipo de síntesis histórica la gran frustración que significó, apenas meses después de inaugurada la obra, cuando en enero de 1967 se produjo la primera rotura, en un ciclo que se haría repetido y se agravaría en la década del 80

La gente haciendo filas en canillas públicas. La imagen es de 1987, pero podría ser de la década del 50 o de cualquier día de 2025.

Ambiente.gob.ar/Teodoro Nürnberg.

Geotubos y escolleras: las estrategias para la protección costera en Playa Unión

Esto, que se cuenta en apenas 3 líneas pero que encierra años de sufrimiento y postergaciones, derivó en una nueva obra de acueducto, inaugurado en 1999, que 15 años después de su habilitación comenzó a tornarse también insuficiente. Se inició entonces una obra para ampliar el caudal, con trabajos iniciados en el año 2013 y hoy se desconoce si será terminada en algún momento, pero con el agravamiento del precario estado de aquella cañería, ante la insuficiente protección catódica.

La necesidad del reemplazo de esos caños ya ha sido planteada en diversos informes de ADNSUR, en base a un proyecto que requiere presupuesto nacional, que sin embargo ha contado con la indiferencia del poder central a lo largo de los últimos 8 años, desde que el problema comenzó a tornarse evidente. Si antes era difícil, ahora que “no hay plata” para obra pública y el ruido de la motosierra impide escuchar cualquier reclamo legítimo, resulta imposible

La historia detrás de la carta del Papa Francisco en medio de su grave estado de salud: ¿renunciará?

Aquellos ‘sueños’ de los años 90

Este rápido recuento de proyectos inconclusos no se agota sólo en el problema del agua, que de por sí es vital para garantizar las condiciones de vida en la región.  También se incluye en el listado de “buenos deseos”, aquellos que en algún momento se pensaron como parte de una reconversión productiva, o al menos como un complemento, en especial cuando empezó la privatización de YPF a principios de la década del 90.

La venta de YPF fue un punto de inflexión no sólo para la historia de los trabajadores de la empresa y el vínculo social que había creado la firma como tal, que proveía de viviendas, hospital, tiendas y otra serie de beneficios a sus obreros y técnicos. Lo fue también para la ciudad, por el impacto social tras la desvinculación de miles de trabajadores.

Comodoro festeja su 124° aniversario: el cronograma completo de actividades, con cuatro días de música para todos los gustos

La sede histórica de YPF en Comodoro Rivadavia, un símbolo de otros tiempos.

Archivo ADNSUR

Además, la caída del precio internacional del petróleo y las sucesivas crisis que se vivieron hacia el final de esa década profundizaron un camino que había empezado a plantearse desde algunos años antes, cuando se empezó a hablar de la “reconversión productiva”.

La finalización de la obra del puerto, la construcción del astillero para reparaciones navales, la creación de una zona franca y la proyección del “Corredor Bioceánico” fueron, junto con el impulso a la producción de cerezas y tulipanes en Sarmiento, algunos de los ejes destacados de un discurso que generaba entusiasmo y hacía pensar un nuevo perfil para la ciudad: si bien no alejado totalmente del petróleo, al menos más volcado hacia el mar y sus recursos.

Encontraron muerta a la actriz surcoreana Kim Sae-ron en su casa de Seúl

Una vez más, el paso del tiempo encuentra aquellas expectativas algo marchitas. La obra del puerto, no podría negarse, se construyó y estuvo operativo desde aquella obra de ampliación, inaugurada el 12 de octubre de 1996.

Sin embargo, el puerto nunca aportó la plataforma de despegue productivo que se suponía que iba a sumar, ni desde la pesca, ni desde el movimiento de cargas generales, que incluso, por cambios en la logística, se tornó con menos movimiento que en las primeras décadas, cuando funcionaba con una escollera inconclusa y un muelle sin terminar.

El puerto no terminó de ser la plataforma de despegue productivo, según la expectativa de los años 90.

puertocomodororivadavia.ar

Montevideo, la ciudad uruguaya que tiene el carnaval más largo del mundo

El astillero está a la vista. Quebrado al poco tiempo de arrancar, por un crédito que se tomó del Banco Chubut y nunca fue cancelado (formó parte de las investigaciones judiciales de aquella causa por créditos sin respaldo a principios de los años 2000), hoy afronta un nuevo intento para ser reparado y puesto en funcionamiento, con un proceso de licitación ya lanzado por el gobierno provincial.

Un intento similar fracasó, años atrás. ¿Será distinto esta vez, para poder abrir un taller de reparaciones navales? Hay otra posible polémica, vinculada a la iniciativa para brindar servicios a la flota china, de modo similar al ya acordado por el gobierno de Santa Cruz. Será motivo de debate, eventualmente, si en algún momento la obra se inicia y (parece obvio decirlo, pero la historia de la ciudad muestra que no siempre es esperable que un proyecto iniciado sea finalizado) se termine.

Con la presentación de Los Iracundos, inician los shows por el 124° aniversario de Comodoro Rivadavia

La Zona Franca 

En los últimos meses volvió a hablarse de la zona franca, a partir de que Trelew logró crear una subzona y tiene expectativas de generación de actividades productivas, con importantes inversiones comprometidas. Algunos recordaron que en el puerto existe un recinto aduanero similar, pero no ha tenido el impacto que, también como se esperaba allá por los años 90, iba a tener.

La zona franca del puerto de Comodoro Rivadavia funciona desde el año 2001.

https://rm-forwarding.com/

No habría que buscar en esto tantas responsabilidades políticas, que siempre están, sino más bien una causa incontrastable que, de tan obvia, es pura lógica. La zona franca se creó con un perfil exportador de productos industriales (no es como las de otros puntos del país, que funcionan para importar bienes y entonces la gente puede disfrutar de mejores precios, libres de determinados impuestos).

Vidal consigue inversiones chinas para la pesca, pero la represa ‘Néstor Kirchner’ seguirá paralizada por 2 años

Para que el recinto aduanero especial funcione, primero debería haber producción exportable, algo que en la ciudad no hay. Años atrás podía contarse con orgullo las exportación de aparatos de bombeo y otros insumos para la actividad petrolera, pero desde  que la fábrica Lufkin cambió de dueños a nivel internacional, adquirida por General Electric, esa actividad productiva se extinguió. 

En 2017 informábamos, a través de ADNSUR, que esa planta produciría ese año sólo 80 aparatos de bombeo, una décima parte del promedio histórico, de 800 unidades.

Además del cambio de dueños y la nueva estrategia empresarial, se sumaron la apertura indiscriminada de importaciones y un ciclo de precio bajo del petróleo, que por entonces cayó a 45 dólares. El caso sirve como muestra del modo en que, en lugar de una política de desarrollo industrial con perfil exportador, las políticas nacionales transitaron en sentido inverso. Decíamos también por entonces que la producción de equipos se concentraría en China. 

Baterías de celulares: Los tres errores comunes que hay que evitar para prevenir problemas a largo plazo

Por otra parte, el gobierno anunció recientemente una ampliación de la zona franca de Comodoro Rivadavia, que también facilita la importación de insumos industriales, ya que exime del pago de tributos hasta que los productos son nacionalizados. El pomposo anuncio habla de la integración con el Corredor Bioceánico y la vinculación con e puerto Chacabuco, en Chile. 

La pavimentación de la ruta del ‘corredor bioceánico’ sigue pendiente.

radatillynoticias

Sin embargo, sigue inconclusa, al igual que en las últimas décadas, la pavimentación de la ruta 260 y los 107 kilómetros que se anunciaron varias veces, la última en la campaña de 2021. 

La refinería, la ruta y los globitos de cumpleaños

Antes o después del período mencionado se encontrarán menciones al “proyecto de refinería” para Comodoro Rivadavia, un tren que pasó de largo desde el principio mismo de la historia petrolera. Es cierto que existió un establecimiento para elaborar combustibles en las primeras décadas, pero el modelo de negocio acordado por Y.P.F., llevó ese esfuerzo a un simpático recuerdo, ya que desde las décadas iniciales se resolvió que el combustible se elaborase cerca de los mayores centros de consumo.

El tema de la refinería ha sido desempolvado en no pocas épocas electorales y aun algunos pocos años atrás, allá por 2015, todavía hubo la presentación de un power-point que proponía elaborar combustibles especiales a partir del crudo pesado de la zona.

Las circunstancias económicas del país siempre hacen lo suyo, pero los comodorenses quedan siempre con la duda: ¿hay proyectos que nunca se concretan por falta de capacidad y liderazgo político para gestionarlos, o porque simplemente eran un globito de color para agitar en circunstancias especiales? Cualquiera sea la respuesta, es preocupante.

La reciente rotura de la ruta 3 volvió a evidenciar la falta de un camino de circunvalación.

Archivo ADNSUR.

Y ya más reciente en el tiempo, aparece el problema de la ruta 3 en toda su magnitud. El paso de la ruta nacional por el corazón de la ciudad. La saturación del tránsito en horas pico. La rotura que sufrió en septiembre de 2023, demostrando la inestabilidad en el tramo crítico, frente al “infernillo” (¿todavía se llama así, esa zona, frente al Cenotafio y el “cementerio viejo”, o las nuevas generaciones ya no lo identifican?).

A esa preocupación se suma la circunvalación no construida desde que se hizo el primer proyecto, allá por 2008, con sucesivos gobiernos nacionales que prometieron presupuestos y hasta llegaron activar una licitación en plena campaña de 2015. El agravante, ahora, es que el gobierno nacional no sólo no quiere hacer una nueva ruta, sino que tampoco quiere mantener la que está.

Podría sumarse el precario estado del frente costero y la necesidad de construir un muro de rocas para atenuar los embates del mar, que amenazan derrumbar un símbolo histórico como El Chalet Huergo, o que impiden habilitar, siquiera, un kilómetro de camino, entre Mosconi y la Universidad, para aliviar parte del penoso tránsito en horas pico.

La conclusión de las obras hídricas, que debía financiar el Estado nacional, es otra de las problemas incumplidas para la ciudad.

MCR

Podría también hablarse del irresuelto problema ambiental, con la descarga de millones de litros de cloaca cruda cada día al mar, tal como se empezó a hacer en la década del 30, con una obra de saneamiento que había comenzado y se paralizó rápidamente en 2023, que tampoco será retomada. O de las obras hídricas, tras la inundación de 2017, que también están en la incertidumbre, o más bien en la certeza de que no se harán.

Son muchas las promesas incumplidas y no vale caer en la actitud del “tío que se puso nostálgico y nos arruinó el cumpleaños”. No es esa la intención de este informe. Todo lo contrario, pretende ser el testimonio doloroso desde ojos que aman esta tierra y se esmeran en aportar un ‘ayuda-memoria’, para dar testimonio de lo que no fue; pero sin renunciar a seguir exigiendo lo que podría (y debió) haber sido.

Más Noticias