Desde hoy, la Justicia de San Isidro comenzará a dilucidar, en un juicio oral y público, si Diego Armando Maradona se murió por motivos de salud propios de sus diversas patologías o si los profesionales médicos que debían cuidarlo omitieron sus deberes y, en consecuencia, deben pagar ante la ley.
A partir de las 9.30 las partes comenzaron a ingresar en el edificio de los tribunales, en Ituzaingó 340, la tensión comenzó a aumentar. En la puerta hay un grupo de 20 fanáticos de Maradona con banderas y pancartas que decían “Justicia x D10S”. Cuando llegó la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las siete acusadas, los manifestantes empezaron a gritar: “¡asesina, asesina!“.
Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, el más chico de los hijos del astro, llegó acompañada por su pareja, el abogado Mario Baudry. Tenía puesta una remera con la imagen del rostro de Maradona. Apenas ingresó en los tribunales rompió en la llanto. En la puerta de la sala de audiencias, Ojeda se cruzó con Cosachov y le gritó: “Perra mal parida”.
Los familiares comenzaron a sentarse en los lugares dedicados a los jurados en la nueva sala de audiencia del tribunal. En la primera fila están Ojeda y Dalma y Gianinna Maradona. Entre los presentes está el exfutbolista Daniel Osvaldo, pareja de la hija menor del Diez. También está Jana Maradona, otra de las hijas del excapitán de la selección.
Entre los imputados, la sorpresa corrió por cuenta del principal acusado, el neurocirujano Leopoldo Luque. Luce un cambio total de su físico. Practica fisiculturismo; se nota el aumento de su musculatura y ya no usa su barba, como la que tenía cuando operó a Maradona tres semanas antes del fallecimiento del astro, el 25 de noviembre de 2020.
A las 10.40, después de una hora y diez mimutos de retraso ingresaron los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach para dar comienzo al debate.
La audiencia comenzó con la presentación de los lineamientos de la acusación del Ministerio Público, representada por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.
La audiencia comenzó con la presentación de los datos personales de cada uno de los siete imputados: el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Almirón, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y la coordinadora médica Nancy Forloni.
Después, el Ministerio Público, representado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, presentó los lineamientos de la acusación.
“Nos convoca el crimen que tuvo como víctima a Diego Maradona. Con la prueba que se produzca en el juicio, ustedes [en alusión a los jueces] y la sociedad van a conocer una imputación sólida, sin fisuras. El derecho a la verdad es un derecho. Hoy Diego Armando Maradona, sus hijos, sus deudos y el pueblo argentino merecen Justicia”, explicó Ferrari.
Después, se refirió a las dos semanas que Maradona estuvo en una casa del barrio privado San Andrés, en Tigre, después de haber sido operado de un hematoma subdural.
“Ingresó en ese lugar para una rehabilitación clínica e internación domiciliaria que hoy, sin dudas, podemos decir que fue calamitosa. Una internación temeraria, deficiente y sin precedentes. Ningún tipo de protocolo se gestó para brindar esa temeraria intervención en un teatro del horror que fue esa casa donde murió Maradona, donde nadie hizo lo que tenía que hacer”, afirmó Ferrari.
Después, se refirió a las dos semanas que Maradona estuvo en una casa del barrio privado San Andrés, en Tigre, después de haber sido operado de un hematoma subdural.
“Ingresó en ese lugar para una rehabilitación clínica e internación domiciliaria que hoy, sin dudas, podemos decir que fue calamitosa. Una internación temeraria, deficiente y sin precedentes. Ningún tipo de protocolo se gestó para brindar esa temeraria intervención en un teatro del horror que fue esa casa donde murió Maradona, donde nadie hizo lo que tenía que hacer”, afirmó Ferrari.
Después de Ferrari, su colega Iribarren describió el accionar de cada uno de los acusados. Después fue el turno de los abogados que representan a los particulares damnificados (los hijos y las hermanas de Maradona).
Al presentar los lineamientos de su acusación, el abogado Fernando Burlando, en representación Dalma y Giannina Maradona, sostuvo: “Diego Maradona fue asesinado. Lo mataron de una forma silenciosa y cruel. Un plan inhumano de resultado eficaz”.
El letrado también afirmó: “Fue asesinado. Y para esa tarea, alguien que aún todavía se oculta en las sombras, convocó aún equipo de profesionales de la salud par matarlo de una manera silenciosa pero igualmente cruel”.
La defensa de Luque, a cargo de los abogados Julio Rivas y Mara Digiuni, adelantó que pedirá la abosulición del médico neurocirujano.
“El lamentable deceso [la muerte de Maradona] que se investiga en este juicio fue producto de un evento cardiológico agudo, inesperado e impredecible en el contexto de una internación domiciliaria. Nuestra teoría del caso que no existió hecho ilícito y, por supuesto, participación de mi defendido en ninguna de las circunstancias que se le imputan”, sostuvo Digiuni.
Conforme a los criterios de