Después de un “miércoles negro” en el que perforó el piso de los 60 dólares, el petróleo terminó la jornada cerrando con una leve recuperación, acercándose a los 65 dólares. Además de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, las reacciones del mercado se vinculan al anuncio de la OPEP, que desde mayo sumará 411.000 barriles por día, el triple de la suba que había anunciado inicialmente.
Independientemente de los vaivenes de la grave guerra comercial entre Estados Unidos y China, el mercado petrolero tiene sus propios argumentos para haber acumulado un desplome de precios que acumula 17% de caída en lo que va de 2025.
Según medios internacionales, como El Economista y Financial Times, las razones podrían resumirse en los siguientes ejes para intentar comprender los motivos de un mercado en franco retroceso y que hoy parece estar lejos de serenarse.
Calfrac y Superior también se irían de Chubut, según advirtió el sindicato petrolero
- La OPEP aceleró su decisión de recuperar mercado. Ya se conocía desde fines del año pasado la decisión del cartel de países petroleros, encabezados por Arabia Saudita y al que se ha sumado Rusia, para recuperar su cuota de producción. Esta se había reducido en forma voluntaria en los últimos 3 años, con el objetivo de mantener precios estables, tal como se verificó en ese período, con valores que fluctuaron entre 75 y 85 dólares por barril.
La decisión anunciada hablaba de un avance progresivo, para recuperar los 2,2 millones de barriles diarios que había dejado de producir, en forma voluntaria, en el año 2022 y por eso los precios venían bajando desde enero, acumulando un 6% de caída hasta marzo. Para esto, avanzaría en un plan progresivo, hasta 2026, incorporando desde abril 137.000 unidades por día, pero la semana pasada decidió acelerar a 411.000 (el triple) desde mayo. La respuesta fue la abrupta retracción de precios de los últimos días, que alcanzó el miércoles 9 de abril valores de 59 y 56 dólares, para el Brent y WTI, respectivamente, ubicándose en los valores más bajos desde abril de 2021.
Los impactos de los aranceles de Trump sobre productos de Chubut: ¿qué pasará con el petróleo y el aluminio?
- Trump pretende un petróleo barato para controlar la inflación de Estados Unidos. Distintos analistas atribuyen al inefable presidente de Estados Unidos una intención de conseguir un petróleo no mucho más alto de 50 dólares por barril, como una forma de evitar presión inflacionaria. De hecho, entre los aranceles que impuso a productos de todo el mundo, exceptuó a los hidrocarburos (petróleo y gas) para evitar esa presión sobre sus propias tarifas internas.
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Informes técnicos sostienen que el punto de equilibrio en la cuenca Pérmica (la mayor reserva petrolera del mundo actualmente), en Estados Unidos, oscila entre 31 y 45 dólares por barril, a partir de una concentración en los proyectos de alta eficiencia productiva, vinculados a la extracción de recursos shale oil y gas. El gobierno estadounidense apunta a que la explotación en esas áreas se mantenga con un ritmo sólido, que lo ha llevado a transformarse en el mayor productor mundial de petróleo. Así, la sobre oferta está asegurada, frente a una demanda mundial que ya venía en disminución desde el año pasado, a partir de la creciente electrificación del parque automotor chino, entre otros factores. A ese contexto previo, se suma la guerra arancelaria, que proyecta por ahora un enfriamiento general de la economía.
Urgencia de infraestructura en Vaca Muerta: el rol de las petroleras y el Estado ante el déficit
- El impacto en Argentina. El presidente de YPF, Horacio Marín, dijo en las últimas horas que Vaca Muerta podrá seguir produciendo aun cuando el barril baje hasta los 45 dólares, restando dramatismo al momento. “He visto otros momentos parecidos, con el petróleo a 8 dólares o a menos 20”, dijo el ejecutivo, en referencia a los años 98 y 99, o la pandemia de 2020, dando por sentado que el mercado siempre se recompone.
La afirmación es absolutamente cierta y se verifica en la historia reciente, pero la incógnita es cómo puede afectar a la cuenca San Jorge el “mientras tanto”, ya que está lejos del punto de equilibrio de 45 dólares. En esta región, que ya está complicada de por sí por los altos costos operativos a raíz de la creciente madurez de los yacimientos, ese punto de quiebre se ubica hoy entre los 60 y 55 dólares, según comentan referentes del sector. Desaparecido el “barril criollo”, que se aplicaba por decreto como precio sostén para el mercado interno cada vez que había una crisis de mercado internacional, la región tendrá que sostenerse a flote, a la espera de que la tormenta sea pasajera y los precios vuelvan a estabilizarse en torno a los 70 dólares. Esa meta parece compleja: JP Morgan proyecta que el 2025 cerrará con los mismos 64 dólares que cerró, casualmente, este miércoles, mientras que en 2026 se acomodaría por debajo de los 60.