sábado, 19 abril, 2025
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Gran Hermano: el sorprendente pedido de Martina a Luchi sobre Tato

En una noche tranquila dentro de la casa de Gran Hermano, Martina Pereyra aprovechó una charla a solas con Lucía “Luchi” Patrone para poner sobre la mesa un tema que, al parecer, la tenía bastante incómoda: su relación con Santiago “Tato” Algorta. El planteo llegó después de que Luca Figurelli —con quien Martina había tenido un vínculo afectivo desde el comienzo del reality— fuera eliminado por segunda vez. Con el escenario emocional revuelto y las miradas puestas en cada movimiento dentro de la casa, la joven oriunda de La Plata decidió ser directa y pedirle ayuda a su amiga para manejar la cercanía con Tato.

Martina no dio muchas vueltas. En medio de la conversación, miró a Luchi y le soltó sin filtro: “Cuando yo esté con Tato, no te vayas”. El pedido sorprendió a su compañera, que intentó explicarle que no siempre podía evitar que quedaran solos: “Okey, pero amiga hay momentos en los que están solos y yo no sé qué hacer”. Aun así, Martina insistió. “Ya sé… pero no quiero que te vayas”, repitió, dando a entender que esa situación la venía perturbando más de lo que había admitido hasta el momento.

Luchi le recordó que recientemente la había visto junto a Tato, acostados, aparentemente compartiendo una siesta. Martina no esquivó el tema y se despachó con una respuesta cargada de sinceridad: “A mí me chupa un huevo que vengas… Por un montón de cosas digo ‘no’. Primero por Luca. Más allá de que él esté haciendo la suya, acá todos me cargan con él. No quiero estar con dos pibes en la casa”. En esa frase se condensó parte de su incomodidad: la sensación de que la están observando, juzgando o incluso ridiculizando por cómo se mueve sentimentalmente dentro del juego.

Pero no fue solo por Luca. Martina también mencionó su incomodidad con Luz Tito, otra participante cercana a Tato. “Me siento bastante incómoda por Luz. No sé por qué. A él le gusta. Ella no, siempre me jode… Pero, amigos. No quiero que en la casa me carguen con él”, explicó, con una mezcla de hartazgo y necesidad de ponerle un freno a la situación. En ese contexto, volvió a dejar en claro que no quiere que se malinterprete nada ni que se construyan historias que ella no está dispuesta a protagonizar.

Luchi, por su parte, trató de empatizar con la situación y reconoció que Tato es una persona muy afectuosa, algo que podría generar confusión en un entorno tan limitado como el de la casa. “Sí, es verdad que él es re cariñoso”, le dijo, como para justificar también los gestos de cercanía del uruguayo. Lo cierto es que, en ese momento, Martina buscó despejar cualquier duda sobre sus intenciones y pidió apoyo para evitar que la historia se repita o que se termine construyendo un relato mediático con el que no se siente cómoda.

Con este planteo, Martina no solo marcó su posición frente a Tato, sino que también dejó en evidencia cómo las relaciones dentro de la casa están atravesadas por las presiones del juego, los vínculos que se arman y desarman, y la constante mirada del afuera. En un reality donde todo se amplifica, una conversación como esta puede terminar teniendo más peso que una nominación.

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