Un tribunal de California ordenó a Elon Musk entregar correos electrónicos privados vinculados a una demanda que acusa a Tesla de haber engañado al público sobre el verdadero alcance de su tecnología de conducción autónoma. Según el fallo judicial, estas comunicaciones podrían ser la clave para determinar si el empresario sabía que los sistemas no eran plenamente funcionales y, aun así, decidieron promocionarlos como tales.
En 2022, Briggs A. Matsko presentó una demanda contra Tesla en un tribunal federal de San Francisco, donde alegaba que la empresa, dirigida por Musk, había exagerado las capacidades de su sistema de piloto automático y conducción autónoma total.
Según Matsko, Tesla presentó sus sistemas como totalmente autónomos, aunque en la práctica exigían supervisión constante del conductor. El demandante, que vive en Rancho Murieta, California, compró un Tesla Model X en 2018 y pagó US$5000 adicionales por la versión mejorada del piloto automático. Poco después, asegura que descubrió que el sistema no cumplía con lo anunciado, según señaló Newsweek.
La demanda sostiene que Tesla engañó al público al promocionar sus sistemas de conducción como si fueran autónomos, cuando en realidad era el conductor quien debía mantener el control. Según el reclamo, la empresa utilizó estas promesas para impulsar las ventas y atraer inversores, pese a saber que la tecnología no estaba lista.
Los documentos presentados ante la justicia afirman que Elon Musk y Tesla anunciaron avances que no se habían concretado, y que los vehículos tenían fallas graves. Entre los errores citados figuran maniobras como girar hacia el tráfico en sentido contrario o ignorar luces rojas.
El 18 de abril, el tribunal de California desestimó la propuesta de Tesla de utilizar los registros de cinco “custodios” para demostrar que no hubo fraude. El juez ordenó que Musk fuera el custodio principal, lo que implica que deberá proporcionar sus correos electrónicos y otras comunicaciones relevantes.
Este fallo es fundamental para el caso, ya que el tribunal considera que las comunicaciones de Musk sobre las tecnologías de Tesla son claves para determinar si sus declaraciones eran falsas o engañosas.
El tribunal argumentó que las declaraciones de Musk realizadas en 2016 sobre la conducción autónoma de Tesla son relevantes para el caso. En particular, las afirmaciones sobre el avance de la tecnología pueden influir en el conocimiento que Musk tenía sobre las capacidades reales del sistema en ese momento.
La denuncia destaca que Musk y Tesla tergiversaron las capacidades del piloto automático, a sabiendas de que no eran tan avanzadas como se había anunciado en la publicidad. Esta falta de transparencia ha sido uno de los puntos más controvertidos del caso.
El fallo judicial representa un obstáculo importante para Tesla, ya que Musk deberá entregar comunicaciones que podrían revelar detalles sobre las prácticas internas de la empresa en relación con su publicidad.