En diálogo con Canal E, el economista Jorge Neyro analizó la situación del crédito en la Argentina, advirtiendo sobre la creciente morosidad y las tasas de interés que superan ampliamente la inflación.
Tasas por las nubes y deuda insostenible
«Después de una gran aceleración del crédito a partir de junio del año pasado, esto está mostrando ciertos límites«, señaló Neyro, al explicar que el financiamiento se encareció considerablemente. Hoy, los préstamos personales se otorgan a un promedio del 70% nominal anual, lo que, con impuestos, «se acerca a 90, 95 y hasta 100% de costos financieros«.
El economista destacó que mientras la inflación proyectada ronda el 35%, los salarios «no están creciendo por encima de la inflación en los últimos meses«, lo que lleva a un mayor peso de la deuda sobre los ingresos familiares. En este escenario, «la mora no es muy alta en porcentaje, pero la tendencia es preocupante«, advirtió.
Otro factor de presión es el uso extendido de las tarjetas de crédito, que según Neyro, funcionan como «una suerte de financiamiento flexible que permite a la gente consumir por encima del salario«, pero que se vuelve insostenible con el paso del tiempo.
Además, remarcó que «muchos sectores que hace bastante tiempo no tenían crédito ahora lo tienen«, en parte porque los bancos relajaron los estándares de evaluación de riesgo. «Gente que se anima a tomar crédito, pero después tiene shocks, por ahí tiene problemas laborales y tiene problemas para afrontar la deuda«, describió.
Perspectivas del crédito: moderación en el crecimiento
En cuanto al futuro del financiamiento, Neyro explicó que se está viendo una desaceleración del crecimiento del crédito: «Antes crecía más del 10% real por mes; ahora crece 2, 3, 4% por encima de la inflación«, algo que considera positivo en términos de sostenibilidad.
También detalló que las tasas reales se mantienen elevadas incluso para instrumentos ajustados por inflación: «Los bonos del gobierno rinden inflación más 10%, que es un nivel alto históricamente», y esto se traslada a productos como los créditos hipotecarios UVA, donde «los bancos privados están cobrando entre 8 y 10% sobre inflación«.
Según el economista, este encarecimiento está en parte explicado porque «el gobierno ha hecho la tasa de interés endógena, se determina por el mercado«, lo que elevó en algunos puntos los costos de los préstamos. Ante este panorama, muchos deudores más riesgosos quedan fuera del sistema formal.
En lo inmediato, Neyro espera una continuidad de la tendencia: «El crédito sigue creciendo, pero ya no a las tasas que crecía antes«. Y concluyó con una visión cautelosa: «La gente está internalizando que las tasas de interés son altas y que los préstamos no se van a licuar por inflación«, por lo que anticipa una demanda más criteriosa y moderada.