Durante la madrugada del domingo, un operativo conjunto entre Bomberos Voluntarios de Centenario y efectivos policiales logró rescatar a un joven que había quedado atrapado en un pozo ciego de tres metros de profundidad. El hecho ocurrió cerca de la medianoche y se extendió por más de dos horas, hasta que finalmente fue trasladado en ambulancia al Hospital Natalio Burd con un esguince en el tobillo izquierdo y en estado consciente.
El alerta ingresó al cuartel de bomberos y a la comisaría a través de una llamada telefónica confusa, realizada por un amigo del accidentado. Según informaron fuentes policiales, el denunciante presentaba signos de estar bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia, lo que generó dificultades para ubicar rápidamente el lugar del incidente.
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Rescate complejo por el peso y la posición
Una vez que se logró identificar el domicilio, los bomberos constataron que el joven –de aproximadamente 160 kilos– había quedado atrapado en una posición incómoda que complicaba su extracción. El subcomandante Patricio Álvarez detalló que se utilizó una camilla rígida y cuerdas especiales para lograr sacarlo sin comprometer su salud.
“El trabajo fue delicado y lento, había que evitar lesiones mayores”, explicó Álvarez a Centenario Digital. El operativo finalizó cerca de las 2 de la madrugada y el joven fue asistido de inmediato en el hospital local.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar las causas del accidente, así como las condiciones de seguridad de la propiedad donde ocurrió. Desde el cuerpo de bomberos insistieron en la importancia de actuar con rapidez, incluso cuando la denuncia inicial resulta confusa, como en este caso.
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Otro rescate: un perro atrapado en una madriguera
El lunes por la tarde, los bomberos de Centenario protagonizaron otro rescate inusual: un perro quedó atrapado a metro y medio de profundidad en una cueva subterránea en la calle Agapito Fernández, en la zona de parcelas. El animal se habría metido persiguiendo un cuis o conejo y quedó aprisionado cuando el túnel colapsó.
La familia notó su ausencia por la mañana y fue una de las hijas quien lo localizó al escuchar sus gemidos. “Tuvimos que apagar los motores de los vehículos para detectar su ubicación, porque había muchas cuevas”, relató el jefe del cuartel a LMNeuquén. Tras una hora y media de trabajo, el animal fue rescatado sin lesiones.