“Le va a dar muchas cosas hermosas a River”. De 10 a 10, Ariel Ortega respaldó en los últimos días a Manuel Lanzini, el talentoso volante ofensivo que Martín Demichelis quiere recuperar para la segunda parte del año. Titular en los amistosos frente a Millonarios (1-1) y Olimpia (3-1), el futbolista de 31 años completó las tres semanas de la pretemporada, recuperó terreno perdido y podría estar desde el arranque el domingo frente a Lanús en el Monumental en el regreso de la Liga Profesional. El apellido que hace un año rompió el mercado de pases millonario hoy quiere ser el refuerzo impensado más importante.
En enero, un desgarro en el bíceps femoral derecho en el amistoso ante Pachuca en Texas lo dejó sin jugar más de dos meses. En mayo, una pequeña fractura de base del primer metatarsiano del pie derecho en un amistoso contra Tigre en el River Camp lo marginó hasta la pretemporada que acaba de terminar. Ahora, en julio, Lanzini ya está óptimo físicamente para buscar su mejor nivel futbolístico y dejar atrás un semestre con escasa participación: solo pudo sumar 125 minutos repartidos en 5 partidos.
Tras un primer partido con altibajos frente a Millonarios, River mostró una imagen mejorada en el segundo amistoso contra Olimpia, con victoria 3-1 y rendimientos en alza. Uno de ellos fue el de Lanzini, quien tuvo chispazos de ese volante desequilibrante que la dirigencia y el cuerpo técnico fueron a buscar.
Con otra movilidad, intentó ser siempre el enlace del equipo, manejando la pelota, pisando el área rival y aportando también en la recuperación rápida tras pérdida. Según Opta, ante Olimpia tocó 81 veces el balón, acertó 54/61 (89%) pases, ganó 6/9 duelos y completó las dos gambetas que intentó. Con tres tiros al arco, solo le faltó el gol, pero fue muy aplaudido por el público millonario.
Es que su primer año, que incluyó la extensión contractual hasta diciembre en búsqueda de una revancha, estuvo marcado por la poca consistencia: tiene un total de 21 partidos oficiales (12 como titular) con 1101 minutos, sin goles y sin asistencias. La ilusión de su regreso era tan fuerte que hasta el presidente Jorge Brito confirmó que el club lo fue a buscar a Europa en un avión privado para que pueda dejar atrás sus vacaciones y sumarse al plantel profesional en Buenos Aires.
Pero su llegada estuvo marcada por la eliminación de la Copa Libertadores 2023 en octavos de final: tan solo un día después de hacerse la revisión médica, firmar su contrato y ser presentado el 7 de agosto de 2023, el equipo perdió con Inter de Porto Alegre.
En aquel entonces, como había quedado libre en junio de West Ham de Inglaterra, durante un mes y medio trabajó únicamente con un preparador físico de forma individual, por lo que llegó a River sin pretemporada. Así y todo, en su primer semestre tuvo mucha presencia como titular en la Copa de la Liga: jugó 15 partidos (12 desde el arranque) y acumuló 970 minutos, pero no pudo consolidar su nivel. Más allá de un recordado buen partido en la Bombonera ante Boca en el triunfo por 2-0 y algunos destellos de su talento, terminó perdiendo el puesto en el cierre del año. Sumado a eso, falló un penal en la definición con Rosario Central en las semifinales del torneo, aunque terminó conquistando el Trofeo de Campeones (jugó los últimos 6′).
Este año, cuando la preparación en enero en los Estados Unidos parecía ser la llave para potenciarse, sufrió un largo desgarro que incluyó una intensa tarea de recuperación y fortalecimiento para dejar atrás dolores y que recién le permitió jugar de forma oficial el 30 de marzo ante Huracán (0-1) en Parque Patricios: entró por Andrés Herrera a los 81 minutos de juego. Luego, entró contra Nacional (2-0) e Instituto (3-1) y jugó 30′ en Córdoba frente a Boca (2-3) en la eliminación en los cuartos de final de la Copa de la Liga. Su último juego oficial fue contra Libertad (2-1) en Paraguay, con interesantes 27′ para potenciar al equipo y ganar el partido. Pero, a partir de ahí, una nueva lesión. Y volver a empezar.
Lanzini dejó atrás propuestas de Qatar y Brasil para volver a River tras no renovar su contrato con West Ham, donde jugó 226 partidos, con 32 goles, 28 asistencias y una Conference League ganada. En su última temporada sólo pudo jugar 23 partidos, con tres goles y una asistencia, pero con una continuidad física y futbolística que generó mucho entusiasmo para ver nuevamente al número 10 en el fútbol argentino. Tras un primer año sin encontrar el nivel que vino a buscar, Manu tiene una revancha a la vista. Y no la quiere dejar pasar.