Se acerca el día crucial. Este martes, a partir de la 15 comenzará a sentenciarse el futuro de Independiente. A esa hora está previsto el comienzo de una importante audiencia en la sede de la Conmebol en Luque, por los incidentes ocurridos el 20 de agosto en el partido de octavos de la Sudamericana ante Universidad de Chile.
Hacia Paraguay viajó una comitiva de dirigentes del Rojo encabezada por el presidente, Néstor Grindetti, y compuesta por su vice, Carlos Montaña, el secretario general, Daniel Seoane, y el abogado del club, Maximiliano Walker. Todos ellos estuvieron en la casa matriz del fútbol sudamericano el día posterior a la barbarie. Ahora también se sumó el letrado Ariel Rek, reconocido profesional en el ámbito del derecho deportivo. Del cónclave presencial también participarán las autoridades de la U, al mando de Michael Clark, quien preside la entidad.
El alegato de Independiente, que ya fue anticipado en el comunicado que Grindetti leyó el miércoles pasado en la sala de prensa del estadio, se sostiene en cuatro ejes e incluye pruebas fílmicas y testimoniales de socios que estuvieron en la tribuna Pavoni baja, debajo del sector en el que estuvo la parcialidad chilena.
Daniel Seoane, Néstor Grindetti y Carlos Montaña estuvieron el jueves en la sede de la Conmebol el jueves 21 de agosto. (Foto: Prensa Independiente)
Los cuatro ejes del alegato de Independiente
En primera instancia, el descargo señala que la violencia fue originada por la barra de la U, que destruyó los baños y plateas para arrojarles proyectiles, además de bombas de estruendo, a los hinchas locales. En segundo orden, desde Avellaneda plantean que existió una intención de producir desmanes y que todo fue organizado. En síntesis: se denunciará premeditación.
En tercer lugar, en el Rojo aseguran que se cumplieron todas las medidas preventivas que implica un partido de alto riesgo, como disponer un operativo de seguridad con 650 efectivos de la Policía bonaerense que custodiaron el perímetro externo y 150 miembros de seguridad privada de la empresa Up que estuvieron a cargo de la zona interna. Ese argumento contrasta con el informe previo al encuentro que dio a conocer la Conmebol, que había sugerido que no haya locales debajo de los visitantes.
En cuarto orden, en el Rojo afirman que el partido se suspendió y luego canceló por los incidentes provocados por los chilenos, antes de la reacción de la barra local. La U ganó 1-0 en la ida e iban 1-1 a los dos minutos del segundo tiempo de la vuelta.
En Independiente aspiran a que sólo haya sanción disciplinaria, como suspensión del estadio y multa, pero no deportiva. Por ahora está abierta tanto la posibilidad de que ambos sean descalificados como que el partido se reanude en un país neutral.
El fallo saldrá, a más tardar, el fin de semana. Y podrá ser apelado, algo que no suele ser habitual. En Avellaneda están expectantes ante la inminencia de un fallo de carácter histórico que sentará un precedente.
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